Tomando como ejemplo el Seat Mii Electric, la marca española ha hecho una radiografía del funcionamiento de un coche eléctrico. Todo se resume en cinco pasos.
Así funciona un coche eléctrico: todo empieza con la corriente
Los vehículos eléctricos pueden cargarse tanto en una red eléctrica doméstica como en una estación de carga rápida. La diferencia es que, en la primera, la corriente es alterna y, en la segunda, es continua. Por eso, se necesitan conectores diferentes.
“El Mii electric cuenta con un sistema combinado que permite los dos tipos de carga. El tiempo necesario en casa dependerá de la potencia que tengamos contratada o de si usamos los conocidos Wallbox”, explican desde Seat. “Si lo hacemos en los llamados cargadores rápidos, se puede reducir más de cinco veces el tiempo de carga”, afirma Francesc Sabaté, responsable de desarrollo de sistemas energéticos de la marca española.
Seguridad de alto voltaje
Si el coche se carga desde una red doméstica con corriente alterna, esta corriente primero debe hacer una parada en el cargador ubicado debajo del motor. Este camino se hace por el cable de carga. Al tratarse de un sistema de alto voltaje, todo el circuito cuenta con altas medidas de seguridad.
Como medida de seguridad, “las baterías del Mii electric están continuamente comprobando los parámetros de todo el sistema. Si en una comprobación una medición no cumpliera los niveles establecidos, el sistema se desconectaría”, asegura Sabaté.
Convertir la corriente
El trabajo del cargador es que a la batería llegue únicamente corriente continua. Por eso se encarga de transformar la que se obtiene desde las redes domésticas. Si se carga el vehículo con corriente continua desde un sistema rápido, no pasa por esta fase y va directamente a la batería.
El corazón del eléctrico
La corriente ya ha alcanzado su destino, la batería.
Ésta no es una única pieza sino que está dividida en módulos y éstos, a su vez, en celdas. La ventaja de este sistema es que si alguno de los módulos falla, puede cambiarse de forma independiente sin afectar al resto de componentes de la batería.
“A diferencia de los coches de combustión, los eléctricos consumen menos en ciudad y al frenar recuperan energía, por este motivo, el Mii electric tiene una autonomía de hasta 260km en ciclo combinado, y hasta 360km con uso 100% en ciudad”, comenta Santi Castellá, responsable de Electromovilidad de Seat.
En marcha
El e-Motor de propulsión eléctrica ya puede arrancar.
Técnicamente, convierte la tensión trifásica en fuerza motriz. Ya en funcionamiento, se mantiene la misma potencia en casi todo el rango del nivel de carga.
Los coches eléctricos, a diferencia de los de combustión, entregan toda la potencia desde el primer instante. A nivel práctico, y en el caso del Mii electric, despliega una potencia de 61 kw (83 CV) y un par motor de 212 Nm que le permite acelerar de 0 a 50 km/h en 3,9 segundos.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe