SEAT ha lanzado una serie de recomendaciones para dar seguridad a nuestra conducción en curva. Según la marca, las curvas suponen, para muchos conductores, un reto que pone a prueba su habilidad al volante. Las claves para que el trazado sea seguro: reducir velocidad antes de empezar a girar, dibujar la trayectoria más amplia posible y acelerar al salir de la curva.
Es cierto, las curvas suponen un placer y un reto, a partes iguales, para muchos conductores. Ofrecen la oportunidad de conocer su destreza al volante. Sin embargo, también pueden representar todo un desafío, debido a las inercias que provocan las transferencias de peso del vehículo. Siguiendo unos sencillos pasos, se pueden mantener bajo control.
Además, explica Ángel Suárez, gerente de Física del Vehículo en SEAT S.A.:
“Contar con un coche que ofrezca la mayor adherencia, estabilidad y las máximas prestaciones nos ayudará, todavía más, a recorrer con seguridad este tipo de carreteras”.
Consejos para acometer las curvas
Atención al trazado
Para afrontar un trazado revirado, primero debemos saber cómo es. La anticipación es básica, por eso es preciso mirar al frente, lo más lejos posible, para poder adaptarnos a él.
La señalización, clave
Los paneles direccionales nos indican el sentido de la curva, pero también cuánto tenemos que reducir la marcha respecto a la velocidad de la vía. Un panel obliga a desacelerar entre 15 y 30 km/h, dos entre 30 y 45 km/h y tres, más de 45 km/h.
Antes del giro
Si se debe frenar o reducir la marcha, el momento de hacerlo es antes de entrar en la curva. En esa línea, indica Suárez: “Cuando las ruedas del coche están todavía rectas es cuando contamos con mayor estabilidad”.
Una curva, múltiples circunstancias
La velocidad y el frenado deben adaptarse a las condiciones de cada momento. Una curva no será igual en un día soleado que con lluvia o hielo. Tampoco con niebla o de noche.
La trazada más efectiva
Para minimizar al máximo el giro es importante aprovechar bien el espacio del carril. Ciñéndonos al exterior de la curva dibujaremos la línea más amplia posible. “En las curvas a la izquierda, además, esto nos aportará mayor visibilidad”, aclara Suárez. A medida que el vehículo vaya adentrándose en la curva, el conductor se irá acomodando cerca del extremo interno. ¡Y cuidado con no salirse del carril! Asimismo, señala: “Este tipo de carreteras secundarias suelen ser estrechas. En este caso, el asistente de salida involuntaria del carril nos será de gran ayuda”.
Control al volante
Las manos deben estar siempre correctamente colocadas en el volante, por analogía con las agujas del reloj, a las 10:10. En una curva todavía más si cabe, ya que, de lo contrario, nos puede dificultar cualquier rectificación de la trayectoria. Aconseja Suárez: “Es clave girarlo de forma progresiva, sin movimientos bruscos, manteniendo una velocidad constante”. Además, recuerda que los “modos de conducción Sport” ofrecen una suspensión y una dirección más rígida para mayor seguridad.
Aceleración de salida
Una vez finalizado el giro, con las ruedas nuevamente rectas, acelerar nos ayudará a salir con la máxima estabilidad y prepararnos para el siguiente giro. Ángel Suárez añade: “Aquí, como en todas las fases de la curva, la suavidad debe ser una premisa básica. Ahora solo queda disfrutar de la conducción y del paisaje”.
Para quienes quieran probar carreteras curvadas
Para los amantes de las curvas, SEAT da una lista de carreteras ‘ex profeso’:
- España: En la isla de Gran Canaria encontramos la vía con más curvas de todo el país, concretamente 365. Es la GC-200, que une las localidades de Agaete con La Aldea. Un recorrido espectacular que, eso sí, requiere mucha prudencia.
- Portugal: La N304, al norte, ofrece curvas y ondulaciones irregulares rodeadas de las increíbles vistas del Parque Natural do Alvão.
- Francia: Col de Turini tiene en sus 32 kilómetros más de 30 horquillas y una recta de apenas 50 metros. Por ello, es uno de los tramos más exigentes del Rally de Montecarlo.
- Reino Unido: Recorrer las curvas cerradas de la B3135 a través de la espectacular Garganta de Cheddar hasta Ashwick, en el condado de Somerset, es una experiencia inolvidable.
- Austria: 48 kilómetros, 36 curvas y un desnivel de 1.500 metros. Es la carretera de montaña de Grossglockner, en el Parque Nacional de Hohe Tauern, que ofrece increíbles vistas desde el pico más alto del país.
- Italia: Los 40 kilómetros que unen Vietri y Positano se recorren en cerca de hora y media. Ese tiempo puede dar una idea de lo serpenteante que llega a ser esta ruta de la Costa Amalfitana.
- Rumanía: Transfagarassan es todo un clásico para los amantes de las curvas. Está considerada una de las carreteras más espectaculares del mundo, con sus 90 kilómetros a través de los Cárpatos.
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