- Algunas formas de cargar el coche eléctrico te hacen pagar hasta un 14 % más y perder hasta un 20% de energía sin darte cuenta.
- La velocidad de carga no siempre es sinónimo de eficiencia: el truco está en el equilibrio.
- Si conduces un coche eléctrico esto te interesa: las ciudades con más y menos cargadores públicos
Los coches eléctricos han conquistado carreteras y titulares, pero hay una parte del proceso que muchos desconocen: no toda la electricidad que pagas llega a la batería. Dependiendo del tipo de carga que elijas (doméstica o en ruta, lenta o rápida) puedes desperdiciar una porción significativa de energía.
Este desperdicio no es visible para el usuario: lo que se ve en pantalla es lo que entra en la batería, no lo que se gasta en el camino. Y eso tiene un impacto directo en tu bolsillo, sobre todo si cargas a menudo.
Según estudio realizado por ADAC, el club automovilístico más grande de Alemania, elegir entre corriente alterna (AC) o continua (DC) no es una decisión técnica sin importancia. Es una cuestión de eficiencia. Y cuando la electricidad cuesta lo que cuesta, cada kilovatio cuenta.
Cargar en casa: qué método conviene (y cuál evitar)
Enchufar el coche a la toma de corriente de toda la vida puede parecer lo más sencillo. Pero esa “comodidad” suele venir acompañada de grandes pérdidas energéticas. ¿Por qué? Porque la carga es lenta, prolongada y poco eficiente.
En contraste, las Wallbox diseñadas específicamente para cargar vehículos eléctricos ofrecen potencias más altas y ciclos más cortos, lo que reduce las pérdidas. Cargar a 11 ó 22 kW (si tu coche lo permite) es una opción mucho más inteligente.
Ahora bien, reducir la potencia de la Wallbox, por ejemplo, para aprovechar energía solar o compartir carga, también afecta. Cuanto más largo es el proceso de carga, más energía se pierde en el camino, especialmente por el consumo de sistemas auxiliares del vehículo.
Soy experta en movilidad y ésta es mi opinión tras probar el mapa Reve de puntos de recarga
Un punto crítico es la instalación eléctrica del hogar. Cables antiguos, mal dimensionados o demasiado largos pueden sumar pérdidas que rondan el 4%. Por eso, revisar tu instalación con un técnico puede ahorrarte más de lo que imaginas.
Carga rápida en la carretera: entre velocidad y desperdicio
En viajes largos o si no tienes Wallbox en casa, lo habitual es acudir a estaciones de carga rápida. Aquí la corriente llega ya convertida, lo que evita pérdidas en el cargador del coche. Suena bien, pero no todo es ventaja.
Ejemplos de pérdidas de carga al usar CC (fuente: ADAC)
Vehículo | Potencia carga CC | Pérdidas estimadas |
---|---|---|
Tesla Model 3 | 50 kW | ~6–8 % |
VW ID.3 | 100–125 kW | ~7–9 % |
Hyundai Ioniq 5 | 150 kW | ~10–12 % |
Porsche Taycan | hasta 270 kW | ~12–14 % |
Las estaciones que operan entre 50 y 100 kW ofrecen una eficiencia razonable. Pero a partir de los 150 kW, la cosa cambia. El calor generado obliga al coche a activar sistemas de refrigeración que consumen energía. Y ese gasto, aunque no lo veas, también lo pagas tú.
Además, los vehículos suelen limitar la potencia de carga al llegar al 80 o 90% de capacidad, lo que reduce aún más la eficiencia en los tramos finales de la carga. Por eso, salvo necesidad urgente, no conviene llenar la batería al 100%.
Cada vez hay menos sitios donde recargar gratis, pero si sabes dónde puedes ahorrar un buen pellizco
Cada modelo de coche responde de forma distinta. Algunos pierden sólo un 6%, mientras que otros pueden desperdiciar hasta el 20% durante cargas ultra-rápidas. Lo importante es saber que la velocidad de carga y la eficiencia no siempre van de la mano.
Consejos para cargar con cabeza y ahorrar en cada kilovatio
Según ADAC, la clave para minimizar pérdidas no está sólo en el tipo de corriente, también en cómo y cuándo se carga. En casa, el enchufe común debería ser la última opción. Optar por una Wallbox bien instalada y utilizar toda la potencia disponible es el camino más eficiente. Si tienes paneles solares, cargar en las horas de máxima producción te ayudará a reducir el impacto económico de las pérdidas. Y si compartes carga con otros vehículos o limitas la potencia, hazlo sólo si no hay alternativa.
Durante los viajes, evita obsesionarte con la carga ultra-rápida. Las estaciones intermedias, con potencias medias, son un mejor compromiso entre rapidez y eficiencia. Además, planificar la ruta puede evitar que cargues por encima del 80%, donde más energía se desperdicia.
En resumen, no se trata de cargar más rápido o más lento, sino de hacerlo con inteligencia. Unos cuantos hábitos simples pueden ahorrarte dinero, cuidar la batería y mejorar el rendimiento general del coche eléctrico. Porque cada vatio cuenta.
Te puede interesar…
- Así es el Sistema 8 en 1 de BYD que está revolucionando el coche eléctrico
- Este es el contraataque eléctrico de Volvo: más autonomía y doble motor para dos de sus modelos, sin disparar el precio
- “Echo de menos cosas”: la experiencia de una conductora tras cambiar su Tesla por un BYD
Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.