El Volvo EX30 ha sido el segundo coche eléctrico más vendido en España en mayo de 2024, por encima del Tesla Model Y al que ha destronado y relegado al tercer puesto. He tenido la suerte de tenerlo a mi disposición durante una semana y una de las muchas conclusiones que he sacado es que este sorpasso es la consecuencia lógica de un trabajo bien hecho.
El EX30 llegó al mercado a finales de 2023. Era la gran apuesta de Volvo para entrar en el mercado eléctrico, el primer modelo de la casa desarrollado desde cero para ser únicamente eléctrico. Un SUV compacto que mide 4,23 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,55 metros de alto.
Minimalismo sobre ruedas
A pesar de ser el Volvo más pequeño, su estética es robusta, con un frontal definido por una ópticas afiladas con forma de martillo Thor y la parrilla completamente cerrada y pintada en el mismo color que el resto de la carrocería. Todo el perímetro del coche está rematado con protecciones en color negro; mientras que las ruedas pueden ser de 18, 19 o 20 pulgadas, según versión o nivel de equipamiento.
En la parte trasera, el nombre de la marca cobra protagonismo rubricada en letra en el centro del portón. Llaman también la atención la pequeña luneta trasera coronada por un alerón tintado en negro como remate el techo también de color distinto a la carrocería y las luces de disposición vertical que delimitan los vértices del coche eléctrico.
Si el exterior es sencillo, el interior del Volvo EX30 es minimalismo en estado puro.
La primera vez que accedes al interior de este SUV eléctrico sientes extrañeza. Hay algo raro, algo echas en falta y pronto te das cuenta de que es el cuadro de instrumentación que debería estar tras el volante. No es que sea pequeño, es que no lo hay.
El salpicadero, recubierto de tela, no tiene botones físicos por lo que casi todo se maneja desde la pantalla vertical de 12,3 pulgadas. Cuando digo casi todo es, literalmente, casi todo. La pantalla no solo da acceso a las diferentes funciones de infoentretenimiento, sino que el conductor tiene que acudir a ella para acciones tan básicas como ajustar el ángulo de los espejos retrovisores.
Tan solo se manejan desde botones físicos las ventanillas, pero ojo que esto tampoco se hace de modo convencional. Para empezar porque los mandos no están en las puertas sino en la consola central; además, como sucede en otros eléctricos (sirva de ejemplo el Cupra Born) solo hay dos botones para las cuatro ventanillas con lo que para subir o bajar las traseras hay que activar el mando rear.
La información básica que precisa el conductor y que se espera en el cuadro de instrumentación se encuentra en el Volvo EX30 en la parte superior de la pantalla central. Esto supone que hay que mirar a la derecha para ver a qué velocidad circulamos, cuál es la autonomía restante o las indicaciones del navegador.
Por muy avanzado que todo esto quiera ser, es una de las pocas cosas que no me ha terminado de convencer del coche, primero porque manejar todo desde la misma pantalla, por muy intuitivo que sea el sistema operativo, requiere un proceso de adaptación y retirar más tiempo los ojos de la carretera y una mano de volante del que se me antoja seguro.
Y ya que Volvo ha apostado por esto, creo que se podría mejorar orientando algo más la pantalla hacia el conductor y, sobre todo, equipando el vehículo con un Head Up Display (HUD) que proyecte todos estos datos en el parabrisas.
Al volante de Volvo EX30
El EX30 está a la venta con varias opciones mecánicas. Se puede elegir con uno o dos motores eléctricos, cuya potencia varía entre 272 y 428 CV respectivamente. También hay dos niveles de batería: una de 51 kWh y otra de 69 kWhn
En esta prueba hemos conducido la versión de acceso, es decir, con un único motor que transfiere sus más de 270 CV al tren trasero y que se alimenta de una batería de 51 kWh con la que, en teoría, puede recorrer hasta 344 km antes de necesitar recargar.
Una vez que superado el proceso de adaptación a las peculiaridades de este SUV eléctrico comienza la diversión. En ciudad, el SUV se mueve con soltura entre los coches, entra en rotondas con total confianza y ofrece un tacto de freno eficaz pero suave al mismo tiempo. Además, se puede configurar el modo One Pedal con el que se reduce el esfuerzo ya que basta con levantar el pie del acelerador para que el SUV se detenga sn necesidad de mover el pie al pedal de la izquierda.
En carretera, la aceleración del Volvo EX30 es contundente (y eso que es la versión de un solo motor…); el tarado de suspensiones es bueno, aunque en tramos de curvas pronunciadas el balanceo es excesivo.
Mención aparte merece el apartado de insonorización que es de lo mejorcito que hemos probado.
Autonomía real, consumo y precio
Dicho todo esto queda hablar de números.
- La autonomía oficial del Volvo EX30 Single Motor es ligeramente superior a 370 km. En nuestra prueba
- El consumo que da el fabricante es de 16,7 kWh; en nuestro caso ha sido algo más elevado, con una media de 18,9 kWh
- El precio del Volvo EX30 con un solo motor es de 39.050 euros.
¿Caro? Pues viendo como está el mercado no lo es, especialmente teniendo en cuenta que todavía se puede comprar con descuento del Plan Moves III lo que, en el mejor de los casos, rebaja el precio en 7.000 euros y permite adquirir el que es, para mi, uno de los mejores coches eléctricos del momento por poco más de 30.000 euros.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
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