- Una publicidad emergente en las pantallas de los coches de Deepal desató una tormenta entre los usuarios.
- La marca pidió perdón y prometió que no volvería a utilizar ese canal para fines promocionales.
- Llega el Deepal S07, otro coche chino que quiere destronar al Tesla Model Y con un buen precio y mucha tecnología
Encender el coche y que te reciba una promoción a todo color en la pantalla no es lo que la mayoría espera al arrancar el día. Pero eso fue exactamente lo que sucedió a más de 480.000 personas en China cuando sus vehículos Deepal, una submarca del gigante automovilístico Changan, mostraron una publicidad sin previo aviso.
Lo que parecía una jugada para mejorar las ventas del modelo S09, con una oferta de 10.000 yuanes (unos 1.240 euros), terminó generando una ola de indignación que obligó a la compañía, e incluso al propio CEO, a salir a calmar los ánimos. El experimento comercial, que duró apenas cinco segundos, dejó una huella mucho más profunda de lo que esperaban.
La reacción de los usuarios de Deepal: “¡Son unos sinvergüenzas!”
Lo que para la marca fue una forma de “informar” a sus clientes, para los conductores fue una invasión en toda regla. Las redes sociales chinas explotaron con mensajes de sorpresa, enfado y burla. El vídeo promocional, visible justo al encender el coche, activó una auténtica rebelión digital.
Entre los comentarios más virales, uno resumía el sentir general: “Esta mañana, al arrancar el coche, me he quedado de piedra. ¡Son unos sinvergüenzas!”. La situación fue remontando tan rápido que Deepal se vio obligada a emitir un comunicado oficial, reconociendo el error y asegurando que no volverán a usar ese canal para publicitarse.
El CEO de la marca, Deng Chenghao, también se pronunció públicamente: dijo haber hablado con clientes que ni siquiera sabían del descuento y justificó la acción como una forma rápida de difundir la oferta. Pese a todo, asumió la responsabilidad y pidió disculpas. Aunque la intención pueda haber sido buena, la ejecución no sólo fue torpe, también reabrió un debate incómodo: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a aceptar publicidad en nuestros dispositivos personales, incluyendo el coche?
Coches conectados: entre lo útil y lo invasivo, como el caso Deepal
Los automóviles actuales son mucho más que medios de transporte: son dispositivos digitales sobre ruedas. Y como todo lo que está conectado, son susceptibles de ser monetizados más allá de su precio de venta. Eso incluye desde servicios premium hasta, como ahora vimos, anuncios emergentes.
Descubre cual es el fabricante chino que traerá coches eléctricos de 1.500 km de autonomía a Europa
Casos similares ya se han visto. BMW, Jeep y otras marcas han tenido que retirar funciones publicitarias tras el rechazo de los usuarios. Se han llegado a plantear suscripciones para asientos calefactables o desbloqueos de potencia como si fueran DLCs de un videojuego. El coche se convierte así en un producto parcialmente bloqueado, a la espera de pagos adicionales.
El caso de la marca china Deepal demuestra cómo un simple anuncio puede arruinar la experiencia del cliente y volverse en contra de la marca. Y lo peor es que podría ser sólo el comienzo de un modelo de negocio que intente replicar lo que ya ocurre con muchas apps de móviles y plataformas de streaming.
Al final, todo se resume en una pregunta clave: ¿compramos un coche o un terminal publicitario? Porque si cada vez que encendemos el vehículo hay que tragarse un spot, el viaje empieza con el pie izquierdo.
¿Publicidad obligatoria en los coches del futuro?
Los expertos anticipan que, para 2030, casi todos los coches nuevos estarán conectados y tendrán capacidad para ofrecer servicios digitales. Eso abre la puerta a un nuevo universo de negocios dentro del habitáculo, desde contenidos exclusivos hasta funciones extra de pago. Pero este ecosistema no puede construirse ignorando a quienes compran los vehículos. Las quejas a Deepal demuestran que la mayoría no está dispuesta a aceptar anuncios sin su consentimiento. Menos aún si no pueden evitarlo o desactivarlo.
Los coches eléctricos más vendidos del mundo: los vehículos chinos amenazan la hegemonía de Tesla
Hasta ahora, ninguna marca ha introducido cláusulas contractuales que obliguen al comprador a aceptar este tipo de prácticas. Sin embargo, no sería extraño que en un futuro veamos contratos similares a los de software: si no aceptas la publicidad o los pagos adicionales, no puedes usar ciertas funciones del coche.
El reto para los fabricantes será encontrar el equilibrio entre rentabilidad y experiencia de usuario. Porque una cosa está clara: los coches del futuro no sólo tendrán que ser más inteligentes, también deberán más respetuosos con la atención de sus conductores.
Te puede interesar…
- Lynk & Co 08, el PHEV con 200 km eléctricos, ¿cuánto tardas en amortizar su sobreprecio respecto a rivales de combustión?
- Stellantis ya tiene sustituto para Carlos Tavares: Antonio Filosa pondrá nuevo rumbo para uno de los gigantes del motor
- Tesla trae sus pruebas de autoservicio a España: sin vendedores, sin colas y sólo con tu móvil
Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.