Que cada vez se vendan más enchufables tiene su reflejo en el mercado de ocasión: aumentan las posibilidades para comprar un coche eléctrico de segunda mano. Por eso es importante tener claro en qué hay que fijarse antes de cerrar la adquisición
Que los coches eléctricos requieren menos mantenimiento que los de combustión es una realidad que valorar a la hora de decidir si adquirir un vehículo usado cero emisiones o de combustión. Al sufrir menos desgaste, por norma general, muchas de sus piezas mecánicas estarán en mejor estado lo que debería alargar la vida útil del coche.
El estado de la batería suele ser el factor más temido y, la realidad, es que es uno de los elementos que habrá que revisar con más detalle. Pero no hay que olvidar que la industria está en plena evolución, que son cada vez más duraderas y que la garantía que ofrecen los fabricantes también es mayor.
Todo lo que necesitas saber sobre las baterías de los coches eléctricos: duración, garantía…
1. ¿Qué uso le vas a dar?
Al comprar un coche eléctrico de segunda mano debes pensar en el uso que vas a hacer de él el 95% del tiempo. Si vas a conducir principalmente de casa la oficina o al supermercado, el coche eléctrico puede ahorrarte mucho dinero en combustible y mantenimiento, especialmente si dispones de un punto de recarga propio en casa y en el trabajo.
Un vehículo eléctrico con una batería pequeña, de entre 30 o 40 kWh, es más que suficiente para hacer salidas familiares y realizar viajes cortos. Si en tus planes entra afrontar algún viaje largo será mejor que busques opciones usadas entre los modelos que registran mayor autonomía.
2. El estado de la batería, clave en un eléctrico de segunda mano
Al adquirir un eléctrico de segunda mano es importante que pruebes el coche en las condiciones adecuadas para que tengas una visión realista de su nivel de autonomía.
Para conocer con certeza cuál es la capacidad de carga una batería de segunda mano, lleva a cabo una prueba de conducción que dure lo mismo que una carga completa, o simula un trayecto habitual.
Ten en cuenta que a bajas temperaturas la capacidad de la batería es significativamente menor, especialmente con la calefacción del coche y los asientos calefactados encendidos. El uso del aire acondicionado también puede afectar a la capacidad de la batería, aunque con un impacto menor que las bajas temperaturas.
A día de hoy lo habitual es que la batería se adquiera en propiedad, pero en los primeros años era más común optar por el alquiler. Por eso, igual o más importante es conocer el estado financiero de la batería en el momento de compra.
- Una batería propia puede durar muchos años, aunque, una vez toque reemplazarla deberás abonar su coste íntegro.
- Las baterías de alquiler por su parte tienen un coste fijo mensual, y los fabricantes garantizan su reemplazo cuando la capacidad cae por debajo de cierto límite.
“Es importante que midas los pros y contras de ambas baterías, ya que una nueva puede costar en torno a 5000 euros, mientras que con una de alquiler deberás abonar el mismo precio mes a mes, independientemente de que la autonomía del coche ya no sea la misma que el primer día”, explican los expertos de Cargatucoche.com.
3. Verifica la autonomía real
A la hora de probar el coche, comprueba el nivel de la batería antes de arrancar, y mantente alerta a cómo cambian los números si conduces en ciudad o en carretera.
Ya se pueden pedir las ayudas del Moves III para coches eléctricos usados
4. Comprueba la velocidad de recarga del coche eléctrico de segunda mano
Aunque lo recomendable es no abusar de la carga rápida sí es importante comprobar que esta opción funciona como esperamos.
Los fabricantes ofrecen una valoración estimada de tiempos de recarga y la forma más sencilla de comprobar si lo que ofrece el coche eléctrico de segunda mano que queremos comprar se ajusta a lo anunciado (teniendo siempre en cuenta la degradación habitual de la batería) es hacer una recarga real.
5. Neumáticos, frenos…
El motor de un coche eléctrico es más sencillo de mantener que uno de combustión, ya que incorpora menos piezas móviles o de alto desgaste, como son el embrague, los filtros o la correa de distribución.
Al comprar un vehículo eléctrico, es importante llevar a cabo controles rutinarios para comprobar el estado del coche. Presta atención a los componentes de mayor desgaste, como son los neumáticos, la suspensión y los frenos, busca diferencias de color en la chapa que puedan indicar daños previos en la carrocería, y comprueba el libro de mantenimiento del vehículo.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe