Europa da unos pasos atrás en la aplicación de la norma Euro 7 para relajar las tensiones con los fabricantes que desde hace meses denuncian que la dureza de la normativa anticontaminación les puede hacer perder mucho dinero.
Tras la última reunión del Consejo Europeo, celebrado bajo la presidencia española, la Unión Europea (UE) ha adoptado su posición sobre la propuesta de Reglamento para la homologación de vehículos de motor y motores, y de sistemas, componentes y unidades técnicas independientes destinados a dichos vehículos, con respecto a sus emisiones y a la durabilidad de las baterías, más conocido como Euro 7.
“La posición del Consejo logra un equilibrio adecuado entre requisitos estrictos en materia de emisiones de vehículos y esfuerzos adicionales para la industria, en un momento en el que los fabricantes de automóviles europeos están en plena transformación hacia la producción de automóviles con cero emisiones“, afirman fuentes oficiales europeas.
Normativa contra las emisones contaminantes
La Euro 7 busca reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos procedentes del transporte por carretera y apoyar a la industria en su transición hacia el coche limpio en 2035 (año en que, si no hay cambios, queda prohibida la fabricación de vehículos de combustión).
La norma Euro 7 endurece los límites de emisiones con respecto a la actual Euro 6 que, a su vez, es más estricta que la anterior Euro 5.
Las tres claves de la norma Euro 7 son las siguientes:
- Unifica el límite de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) para el diésel y la gasolina
- Endurece los objetivos de reducción de emisiones para camiones y autobuses
- Establece límites sobre las partículas emitidas por los frenos y los neumáticos. Esta medida también afectará a los coches eléctricos que, a priori, deberían ser los ganadores de la Euro 7
La nueva norma Euro 7
El enfoque general mantiene los límites de emisiones y las condiciones de prueba existentes para los vehículos ligeros, reduciendo los límites de emisiones para los vehículos pesados. Lo que cambia es la entrada en vigor que se retrasa a 2027 para vehículos ligeros y 2029 para vehículos pesados. El texto anterior fijaba 2025 como el año de activación para turismos y furgonetas y dos años después para camiones y autobuses.
Además del cambio en el calendario de aplicación, tres son las grandes novedades aprobadas por el Consejo Europeo:
- Límites para las emisiones no relacionadas con el escape, como las emisiones de partículas de frenos y la tasa de abrasión de los neumáticos
- Requisitos mínimos de rendimiento para la durabilidad de la batería en automóviles eléctricos e impone requisitos más estrictos sobre la vida útil del vehículo
- Uso de tecnologías avanzadas y herramientas de seguimiento de emisiones
La nueva posición de la UE respecto a la Euro 7 también contiene una disposición especial sobre los autobuses urbanos para garantizar la coherencia con el objetivo recientemente propuesto de cero emisiones de CO2 para 2030 para estos vehículos.