El primer coche de hidrógeno de la historia no fue un coche, sino una furgoneta equipada con dos garrafas de hidrógeno y oxígeno llamada Electrovan
Es muy posible que si preguntas por ahí cuál fue el primer coche de hidrógeno de la historia se lleve el mérito el Toyota Mirai o el Hyundai Nexo. Ambos son los únicos modelos de pila de combustible que se venden en España, pero ni mucho menos los primeros.
El germen de lo que hoy pretende ser una revolución lo encontramos en 1806, cuando el francés Francois Isaac de Rivaz trató de puso a prueba un motor de encendido provocado por chispa que se alimentaba de una mezcla de oxígeno e hidrógeno.
La idea de Rivaz fue un fracaso pero dejó huella para que 60 años después el belga Etienne Lenoir diseñara un vehículo terrestre con motor de hidrógeno.
Lo llamó Hippomobile y aunque no tuvo continuidad llegó a vender casi 400 unidades.
Electrovan, la furgoneta de hidrógeno de General Motors
Corría el año 1966 cuando General Motors iniciaba las pruebas de su primer vehículo de pila de combustible.
Bautizada como Electrovan, se trataba de una furgoneta equipada con dos garrafas de gas. En una llevaba hidrógeno líquido; en la otra, oxígeno líquido. La combinación de ambas generaba la energía que alimentaba sus baterías y estas, a su vez, el motor acoplado a las ruedas.
La Electrovan alcanzaba una velocidad máxima de 100 km/h y una autonomía que rozaba los 200 km.
La gran pega, era que el tamaño de los tanques de H2O y oxígeno era tal que ocupaba todo el espacio de carga y la furgoneta tan solo tenía capacidad para transportar a dos personas.
Hidrógeno solo ‘por probar’
El proyecto de vehículo de hidrógeno de General Motors nunca tuvo aspiraciones para ser más que un prototipo que demostrara la viabilidad del hidrógeno como combustible.
Se llevó a cabo durante 10 meses en los que realizaron numerosas pruebas de conducción real.
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Dicen que hubo algún intento de llevar la tecnología de pila de combustible de la Electrovan a un Chevrolet Corvair, pero los costes de producción eran imposibles de asumir; unido al hecho de que no existía ni un solo punto público de recarga en todo el planeta.
Finalizado el proyecto, la Electrovan se guardó en un depósito de Pontiac donde permaneció tres décadas. Hoy sigue siendo objeto de estudio y demostración en el GM Heritage Center, el impresionante museo del fabricante americano en Detroit.
El origen de la pila de combustible
Ahora bien, para encontrar el origen de la pila de combustible como elemento clave de cualquier vehículo de hidrógeno hay que remontarse mucho más atrás.
Este elemento fue un invento patentado en 1842 (si es que por aquél entonces hubiera patentes) por el físico galés William Grove.
La pila de combustible es el dispositivo en el que, por medio de una electrólisis el hidrógeno reacciona con oxígeno y se convierte en la electricidad necesaria para mover un motor eléctrico.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe