Los problemas de España con la infraestructura de puntos de carga de coches eléctricos siguen siendo evidentes y acuciantes. En bajas posiciones en el ranking de puntos de carga frente a otros países europeos, esta situación requiere de actuaciones para el despegue de la movilidad eléctrica dentro de nuestras fronteras.
Según el último Barómetro de Electromovilidad publicado por Anfac en el tercer trimestre de 2022, España cuenta con 14,6 puntos en el indicador global de movilidad eléctrica. Se trata de menos de la mitad de la media europea, que alcanza 30,3 puntos. España sale perdiendo de forma notable frente a sus vecinos europeos Francia (33,6 puntos) y Alemania (46,1 puntos). También lo hace respecto a otros países con problemas de integración de la movilidad eléctrica como Italia (16,3 puntos) y Portugal (28,6 puntos).
La infraestructura de carga, objetivo principal
La escasa y poco poblada red de recarga española es uno de las principales barreras que están frenando el avance de la movilidad eléctrica en nuestro país. El problema se evidencia al revisar los datos: deberíamos haber terminado 2022 con 45.000 puntos de carga y solo tenemos 13.411.
Ante esta situación, Europa se ha puesto manos a la obra y trabaja para establecer una red mínima de puntos de carga, con el objetivo de instalar al menos dos puntos de 150 kW cada 60 kilómetros en cada sentido de la circulación. Aemás, las electrolineras deberán disponer de una cantidad mínima de energía de 600 kW.
Nuestra posición en Europa
Las cifras actuales sitúan a España en 19ª posición a nivel europeo.
El ranking lo lidera Países Bajos con 64,1 cargadores por cada 100km, mientras Alemania (25,8) Portugal (24,9) o Italia (9,2) superan de mucho las cifras de España. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima marcó como objetivo para 2022 alcanzar los 45.000 puntos de recarga en España y superar los 100.000 en 2023, una realidad que solamente se alcanzará impulsando las instalaciones privadas tanto residenciales como no residenciales, según Charge Amps.
Si se quiere impulsar la recarga, ¿por qué no se lleva a cabo?
Casi todos los días vemos nuevas iniciativas de compañías para poblar las carreteras de puntos de carga, pero la realización de estos proyectos se lleva a cabo de forma muy lenta.
¿El motivo? La burocracia. La apertura de puntos de carga en España es un proceso especialmente tedioso, sufrido en mayor medida por las pequeñas empresas.
Según informa en exclusiva elEconomista.es y recoge Xakata, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana está acabando de detallar una Orden para facilitar la instalación de puntos de carga.
Así, la nueva Orden, con el afán de simplificar los requerimientos para obtener las autorizaciones, eliminará la obligación de presentar una declaración de titularidad de la instalación principal (la estación de servicio) y acudir ante un notario con un contrato privado, la metodología seguida hasta la fecha.
Como resultado de la nueva normativa, la compañía instaladora de puntos de carga solo tendrá que llegar a un acuerdo privado con la estación de servicio antes de iniciar el procedimiento necesario para obtener los permisos.
Fuente: Xakata.
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