Nos ponemos al volante del VW ID.3. Dicen que la experiencia es un grado y la obtenida por la marca con sus anteriores modelos eléctricos se nota
El Volkswagen ID.3 fue el encargado de estrenar esta nueva familia exclusivamente eléctrica; pero, ojo, no es ni mucho menos el VW cien por cien eléctrico. Antes de él han cosechado éxitos los VW e-Up y la versión eléctrica del mítico VW Golf.
Estos dos modelos salieron del mercado para dar paso a la gama ID. Es por eso que, aunque las semejanzas son más bien justitas al ID.3 se le ha colgado en muchas ocasiones la etiqueta de sustituto del e-Golf.
El ID.3 pertenece al segmento C gracias a sus 4,26 metros de largo (2 cm más que el VW Golf). De su diseño destaca el frontal, de morro pequeño y formas muy redondeadas.
Puede parecer algo sin importancia, pero que el paragolpes sea tan curvilíneo otorga una sensación de confianza cuando se trata de afrontar calles estrechas y reviradas en entornos urbanos (este es, sin duda, el hábitat natural de este coche eléctrico).
Visto por la zaga, lo más comentado es el portón de color negro en contraste con el paragolpes pintado en el mismo tono que el resto de la carrocería.
Interior
Pasemos al interior. El VW ID.3 es un coche eléctrico muy tecnológico. No hay apenas botones físicos y todas las funciones se manejan desde la pantalla centra, del 10 pulgadas, incluido el climatizador. Su funcionamiento es algo lento.
Algunas se manejan también por voz. Basta decir “Hola ID” o “Hola Aidi” para pedirle acceso a la climatización, el navegador o el teléfono. Esta tecnología por voz no funcional mal, pero no siempre es del todo precisa.
La pantalla, la ubicación del selector de marchas y los mandos de los elevalunas son clavados a los del Cupra Born.
Estos últimos resultan, en ocasiones, algo complicados de manejar aunque su cometido sea exactamente el contrario. Solo hay dos mandos que suben y bajan las ventanillas delanteras y traseras en función de si se activa o desactiva el botón rear.
Al volante del VW ID.3
En comportamiento, el ID.3 es también muy similar al Cupra Born y eso, si leíste la prueba del que ha sido elegido como uno de los mejores coches eléctricos de 2022, adelanta que se vienen cosas buenas (si no, la tienes en el enlace superior).
Este eléctrico se mueve en ciudad como pez en el agua. Ayudan sus dimensiones pero, sobre todo, su radio de giro (tres vueltas y media entre topes) que le permite tomar con agilidad cualquier curva y entrar y salir más que airosos de espacios de parking ajustados.
Consumo
Otro de sus puntos fuertes es el consumo que, en nuestra prueba ha quedado ligeramente por debajo de los 17 kWh/100 km en circulación urbana y 23 kWh/100 km en tramos largos de autopista.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe