Según un estudio de Transports & Environment, la producción de vehículos eléctricos se triplicará durante los próximos tres años, generando una cantidad aproximada de 120.000 nuevos empleos. Por otra parte, el informe no ofrece unas previsiones tan optimistas para sistemas alternativos de propulsión como la pila de combustible.
Según el informe de la Federación Europea de ONGs Transport & Environment, hasta 214 modelos más de vehículos eléctricos se pondrán a disposición de los consumidores, frente a los 60 de los que se disponía en 2018.
Estos datos se basan en informaciones de la industria IHS Markit, que asegura que el sector de la automoción está listo para la llegada de la electrificación. Por otro lado, también añade que han de ser los Gobiernos los responsables de promover esta electrificación con marcos regulatorios e incentivos fiscales adecuados, así como de garantizar una infraestructura de recarga extensa que incentive la no utilización de vehículos con combustibles fósiles.
El estudio muestra unas previsiones bastante más pesimistas para la producción de vehículos de pila de combustible (9.000 vehículos hasta 2025) que hacen de este sistema alternativo de combustión una opción “prácticamente inexistente” frente a la apabullante cifra de eléctricos hasta el mismo año, 4 millones de unidades.
, organización integrada en T&E ha señalado por su parte que, de cumplirse las expectativas que plantea el escenario del informe (para 2025, el 22% de todos los vehículos que se fabriquen podrán ser enchufables), sería posible cumplir con el estándar de CO2 establecido por la UE para el mismo año.
Generación de 120.000 puestos de trabajo
Este aumento en la producción de vehículos eléctricos también tendrá consecuencias favorables a nivel laboral. Atendiendo a los datos del Joint Research Centre de la Unión Europea (UE), se prevé que la fabricación de baterías a gran escala generará 120.000 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
También se señala, con gran importancia, que es imprescindible que la venta de baterías en la Unión Europea debe ir de la mano de la obligación de tener una huella de carbono baja, la posibilidad de su reutilización y una procedencia verificada de fuentes sostenibles.
Míriam Zaitegui, de Ecodes, considera de gran relevancia los datos del informe para la industria del automóvil en Europa y España, y cree que es un “momento clave” para la misma: “Los fabricantes europeos finalmente están haciendo inversiones importantes para la electrificación del automóvil con hasta 145.000 millones de euros destinados a ello. Es importante que nuestro Gobierno envíe las señales adecuadas a los fabricantes, dejando claro que la era del diésel y gasolina ha terminado. Solo así se podrán aprovechar las oportunidades que vienen con las nuevas formas de movilidad, como la creación de empleo”.
Malas previsiones de producción de vehículos de pila de combustible
El estudio, sin embargo, muestra unas previsiones bastante más pesimistas para la producción de vehículos de pila de combustible (9.000 vehículos hasta 2025) que hacen de este sistema alternativo de combustión una opción “prácticamente inexistente” frente a la apabullante cifra de eléctricos hasta el mismo año, 4 millones de unidades.
Isabell Buschell, de Transport & Environment reclama más apoyo por parte de las autoridades en materia de carga doméstica de los vehículos, así como en lo referente a incentivos fiscales. Aun así, se muestra confiada en que Europa “verá una ola de coches eléctricos más asequibles y disponibles”.
El estudio señala también que actualmente existen en Europa 16 plantas de baterías de iones de litio cuya producción está garantizada hasta 2023, lo que para T&E supone que se debería producir 131 GWh de capacidad de baterías, suficientes para cubrir la demanda de 130 GWh que se necesitarían para los vehículos eléctricos y baterías de almacenamiento estacionarias en Europa en 2023.
Por último, el informe destaca que los cuatro países que estarán a la vanguardia europea de producción de vehículos eléctricos serán España, Francia, Alemania e Italia. Muestra de ello y como publicamos recientemente, Alemania y Francia comunicaron en mayo a la Comisión Europea su intención de formar un consorcio para la producción de baterías de vehículos eléctricos.