es una empresa valenciana cuyos fundadores desarrollan un medio de transporte para el futuro. Parece ciencia ficción, pero es real: se trata de un tren que levita en tubos al vacío y alcanza los 1.000 km/h. El proyecto comenzó en 2015, por parte de unos estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia, como respuesta a la competición planteada por Elon Musk. Tras ganar la competición en 2016, decidieron seguir, pero con su propia empresa. Están convencidos que será posible antes de acabar la década.
El CEO de Tesla y su compañía SpaceX habían presentado en 2013 el proyecto de un hyperloop. Musk quiso continuar con el desarrollo y, por ello, convocó un concurso internacional. Su objetivo: conseguir hacer realidad “este medio de transporte futuro”.
En 2015, los mencionados estudiantes de la UPV decidieron presentarse a la competición, diseñando un tren capaz de deslizarse por un tubo a velocidades hipersónicas. Y lo hicieron. Al final, en enero de 2016, el equipo “Hyperloop UPV” consiguió el premio a “Mejor Diseño de Concepto” y “Mejor Subsistema de Propulsión/Compresión”.
Zeleros
Ese mismo año, los premiados del certamen decidieron dar un paso más, creando la compañía Zeleros. Estabann convencidos de que comercialmente el hyperloop podía no sólo ser real, sino rentable. En la actualidad, Zeleros es uno de los seis líderes internacionales que desarrollan el hyperloop.
La compañía ha conseguido el apoyo de empresas e instituciones, incluso del Ministerio de Ciencia. Su desarrollo tecnológico, además, ha sido fundamental para conseguir la ronda de financiación por 7 millones de euros, cerrada en 2020. La compañía ha logrado el apoyo de empresas como Altran y Red Eléctrica. Asimismo, de inversores estratégicos a nivel nacional e internacional, incluyendo, entre otros, a: Goldacre Ventures (Reino Unido); Road Ventures (Suiza); Plug and Play (EEUU); Angels Capital y MBHA (ambos españoles).
Hoy por hoy, el equipo de Zeleros cuenta con 50 personas e involucra a más de 150. Sus fundadores, David Pistoni, Daniel Orient y Juan Vicén, avanzan con el convencimiento de que el hyperloop será el “quinto modo de transporte”.
Hace una semana, presentaron en el Museo de las Artes y las Ciencias de Valencia la maqueta que van a llevar a la Exposición de Dubái de octubre. En el acto, Pistoni (CEO de Zeleros) apuntó que el siguiente paso sería el despliegue del Centro Europeo de Desarrollo Hyperloop en España.
Además, Pistoni explicó que quieren crear un ecosistema de aliados internacionales industriales, tecnológicos e institucionales para continuar el desarrollo del proyecto:
“Hyperloop es un gran desarrollo que requiere de la participación de los mejores de cada campo, y por eso desde el inicio decidimos plantear nuestro proyecto de forma colaborativa. Combinamos el increíble equipo humano y la tecnología de Zeleros, con la experiencia de la industria española, permitiendo reforzar y extender su liderazgo en sectores como el ferroviario, aeronáutico, infraestructuras y electrificación”.
Tecnología del Hyperloop de Zeleros
Lo decíamos, parece ciencia ficción, pero no lo es. El hyperloop es un tren que levita por un tubo al vacío a la velocidad de 1.000 km/h.
La fricción y la resistencia al aire han sido un problema a la hora de manejar la alta velocidad. Sin embargo, el hyperloop de Zeleros no depende de esos factores, ya que se sujeta mediante levitación magnética activa en tubos al vacío. Además, su precisión es milimétrica y su resistencia, mínima.
Por lo que respecta a sus ventajas, son numerosas: en primer lugar, el sistema de propulsión es totalmente eléctrico; también es entre 5 y 10 veces más eficiente que un avión; además, no tiene emisiones directas; y permitiría llegar, como ejemplo, de Madrid a París en unos 75 minutos.
Diseño real y rentable
Zeleros explica que la infraestructura representa hasta el 95% de los costes generales de los proyectos ferroviarios de alta velocidad y levitación magnética. En consecuencia, el diseño de Hyperloop se ha realizado para que su desarrollo sea rentable en recorridos de entre 400 a 1500 km. Y ese es uno de los principales retos: su escalabilidad.
La forma de reducir la complejidad de la infraestructura ha hecho que el vehículo incorpore la mayor parte de las tecnologías. Eso también ayuda a la escalabilidad del proyecto, reduciendo el coste de cada kilómetro de infraestructura.
Además, el sistema Hyperloop de Zeleros opera con los niveles de presión que utilizan los aviones. Por tanto, simplifica procesos y certifica los niveles de seguridad.
Todo un reto. Un gran desafío que acercará a los europeos y dará sostenibilidad a nuestro transporte, ya que está pensado para personas y mercancías.