- El Financial Times considera que China está consolidando la dependencia europea de su tecnología enviando a miles de trabajadores para construir fábricas
- El Global Times replica argumentando que esta situación expone la mentalidad contradictoria y la visión estratégica miope de ciertas fuerzas europeas
- Así son las baterías que Stellantis y CATL van a fabricar en España
Mucho está dando que hablar la gigafactoria de baterías que CATL, en colaboración al 50% con Stellantis, piensa inaugurar en 2026 en la localidad zaragozana de Figueruelas. En las últimas semanas ya han comenzado a llegar a Zaragoza directivos e ingenieros chinos (se calcula que unos 20 ya están instalados allí), y para este mes está prevista la llegada de unos 200 chinos más, todos ellos personal de alta cualificación. Son solo un 10% aproximadamente de los trabajadores que CATL piensa desplazar hasta tierras aragonesas para montar la gigafactoría. La función y el porqué de tanto personal han desatado una ‘guerra’ de artículos Europa-China, entre algunos medios.
Varios medios locales y nacionales ya nos hicimos eco de ese desembarco masivo de operarios chinos previsto por CATL (rondando los 2.000), cuando Figueruelas es un pueblo de unos 1.200 habitantes, y en la presentación del proyecto se argumentó que se iban a crear unos 3.000 puestos de trabajo en la zona. Sin embargo, ha sido un artículo publicado en el Financial Times el que ha soliviantado a los chinos, que no han tardado en responder con otro artículo en este caso del Global Times, en el que se dicen algunas lindezas acerca de la percepción de los europeos a la llegada de empresas chinas a nuestro territorio.
El motivo del conflicto
Amparado en el titular «China envía 2.000 trabajadores para construir baterías en Europa», el periódico económico británico, Financial Times, argumentaba que «China está consolidando la dependencia europea de su tecnología enviando a miles de trabajadores para construir fábricas de baterías de automóviles de última generación que el continente necesita para impulsar su industria automovilística».
A la vez que afirmaba que la fábrica «se ajusta a la estrategia del presidente chino Xi Jinping de fomentar la dependencia extranjera de la fabricación de alta gama de China que Pekín considera un polo de influencia estratégica en una era de turbulencias geopolíticas». Para consolidar estos argumentos, el periódico británica, de casi 140 años de vida, publicaba algunas declaraciones de Joris Teer, analista de seguridad económica del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea, en las que afirmaba que «las empresas chinas, incluidos los fabricantes de baterías, tienen un gran incentivo para no exportar sus tecnologías más preciadas al extranjero».
Junto a estas declaraciones, también se podía leer que «CATL se incluyó en enero en la lista negra del Pentágono de empresas que se cree que tienen vínculos con el ejército chino, aunque la empresa ha negado tales vínculos», a la vez que las declaraciones de José Juan Arceiz, empleado de Stellantis y secretario del comité de empresa europeo de la compañía, que afirmaba: «No creo que los chinos quieran compartir sus conocimientos con nosotros. Esa es una de las razones por las que van a traer a 2.000 trabajadores para trabajar en la construcción y la instalación fabril».
Dura contestación desde China
Esta noticia no ha sentado ni mucho menos bien en el seno del Gobierno chino, por lo que el tabloide Global Times, perteneciente al Diario del Pueblo, grupo editorial bajo los auspicios del Partido Comunista de China, ha contestado en unos términos que muestran su malestar con la información citada.
Bajo el titular «Los medios europeos deberían abandonar las perspectivas estrechas sobre la empresa conjunta de baterías de CATL en España», el diario fundado en 2009 publicaba que «Esta situación expone la mentalidad contradictoria y la visión estratégica miope de ciertas fuerzas europeas en el contexto de la cooperación en nuevas energías, revelando su excesiva preocupación por la profundización de la cooperación tanto tecnológica como laboral dentro de la cadena industrial verde».
También afirmaba que «algunos medios de comunicación europeos han politizado las colaboraciones empresariales habituales, impulsados por el pensamiento de suma cero y las inquietudes geopolíticas, ignorando los principios fundamentales de la globalización, la dinámica del mercado y la cooperación mutuamente beneficiosa». Para ello se amparaba en las declaraciones del director del Centro de Estudios Británicos de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái, Gao Jian: «China está a la vanguardia de la cadena de producción industrial global, especialmente en el sector de las nuevas energías. Sin embargo, algunos sectores europeos siguen percibiendo a China a través de una lente ideológica, lo que les dificulta aceptar esta realidad»
Las baterías usadas de Stellantis son empleadas por este vehículo eléctrico del Grupo Volkswagen
Para finalizar el artículo se expresaba un deseo, no exento de crítica: «Ojalá algunos políticos y medios de comunicación europeos dejen de ser alarmistas y abandonen sus perspectivas estrechas. Esta mentalidad perjudica el desarrollo a largo plazo de la nueva industria energética europea y, en última instancia, obstaculizará las oportunidades de Europa para el desarrollo de nuevas energías.
CATL, empresa muy importante para el Gobierno chino
CATL es el mayor fabricante de baterías del mundo, con una participación del 37,9% del mercado global de baterías para vehículos eléctricos, por eso, cualquier noticia acerca de esta empresa es de gran trascendencia en un momento como el actual, en el que la movilidad eléctrica está cambiando el mundo.
Para el Gobierno chino, CATL no es una empresa cualquiera. Esta empresa es de vital importancia porque, además de mostrar la superioridad de este país en el desarrollo tecnológico de la producción de baterías, está consiguiendo, de alguna manera, poner a sus pies a algunos de los fabricantes más poderosos del Viejo Continente, y eso para Xi Jinping son palabras mayores.
El movimiento de CATL que revoluciona el coste de reparar las baterías de los coches eléctricos
CATL lleva años profundizando su presencia en el Viejo Continente, pasando de exportar baterías a Europa desde China, a fabricarlas en Europa, para Europa. El gigante chino ha invertido más de 11.000 millones de euros en operaciones europeas, creando miles de puestos de trabajo y fomentando el talento local.
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Más de tres décadas dedicado a informar, en papel, radio, TV e Internet. Soriano con alma de madrileño. Apasionado del motor y del deporte. No siempre la vida nos va sobre ruedas, aunque todos desearíamos que así fuera y si es con un motor eléctrico por medio, mejor.

















