La DGT anuncia un cambio importante para los conductores en 2024: ya no bastará con tener tres años de antigüedad del permiso B, quienes quieran conducir una moto eléctrica equivalente a 125 cc tendrán que pasar por un curso de formación obligatorio
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado el balance provisional de víctimas de tráfico en 2023. Durante el pasado año 1.145 personas perdieron la vida como consecuencia de un siniestro vial, mientras que casi 4.500 sufrieron heridas de suficiente gravedad como para requerir ingreso hospitalario.
Enfrentados con los registrados en 2022, los datos revelan que aumenta el número accidentes mortales, pero no el de víctimas (en 2023 han fallecido tres personas más que en 2022). También que disminuyen los fallecidos en vías de alta capacidad (autovías y autopistas) y aumentan los registrados en carreteras secundarias. Y que el tipo de siniestro que provoca un mayor número de víctimas mortales es la salida de vía, mientras que se reducen las pérdidas por colisiones frontales.
Usuarios vulnerables
El balance de siniestralidad de 2023 revela también un repunte de los usuarios vulnerables que han perdido la vida en las carreteras: 463, 38 más que en 2022.
Usuarios vulnerables son los peatones, ciclistas, usuarios de VMP y motoristas. Estos últimos se llevan la peor parte ya que la mortalidad de los conductores de motos aumenta un 19% con respecto al año anterior.
“Teniendo en cuenta la evolución desde 2012, el único medio de desplazamiento que ha aumentado la siniestralidad es el de los motoristas con un aumento del 37% (de 218 a 299)”, afirma el balance de la DGT.
La franja de edad que más aumenta su mortalidad es la de 45 a 54 años con 228 personas fallecidas, el 20% del total y con cifras un 11% superiores a las de 2022. Aumenta también la mortalidad infantil ya que el año 2023 registra un total de 22 fallecidos entre 0 y 14 años, la segunda cifra más alta de los últimos 10 años solamente por detrás del año 2014. Por su parte, el grupo de 65 y más años concentra el 18% de las personas fallecidas (206), con un descenso del 10% (-24) respecto al 2022.
Medidas para reducir la siniestralidad
“Me han escuchado en numerosas ocasiones decir que los siniestros de tráfico en su mayoría son evitables y que reducir esas trágicas cifras está en nuestras manos si todos redoblamos nuestros esfuerzos con ese objetivo”, ha destacado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del balance.
El titular, que ha estado acompañado del director general de Tráfico, Pere Navarro, ha reiterado un “llamamiento a la responsabilidad de los conductores, porque evitar las distracciones, respetar las normas de circulación y usar los sistemas de seguridad son tres simples elementos que pueden rebajar sobremanera estas dramáticas cifras y las tragedias humanas que hay tras ellas”.
A la vista de estas estadísticas, la política de seguridad vial del Ministerio del Interior este 2024 priorizará asuntos como la mortalidad de los motoristas, las salidas de la vía, las distracciones y somnolencia y la conducción bajo el efecto de alcohol y drogas.
Cursos de formación para los conductores de motos
De cara a reducir la siniestralidad del colectivo motorista la DGT prepara una serie de medidas de las que Grande-Marlaska ha destacado tres prioritarias:
- Actualización del contenido de los cursos de recuperación de puntos para incorporar un perfil específico para los motoristas que han perdido su saldo de puntos y para los que se programarán cursos de conducción segura y eficiente
- Establecimiento de un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos.
- Uso obligatorio del casco integral o modular y los guantes homologados a los motoristas en carretera
La asociación nacional del sector de dos ruedas, Anesdor, ha reaccionado anuncio de las nuevas medidas para los motoristas, en especial, el curso de formación para quienes llevan más de tres años conduciendo una moto. Demandan “que se tomen medidas eficaces, que de verdad ayuden a reducir la siniestralidad”, pero consideran que “algunas de las medidas anunciadas no lo son”.
“Se ha anunciado la introducción de cursos de formación obligatorios para los conductores de motocicletas de 125 cc y 15CV, que actualmente se pueden conducir con tres años de experiencia con el permiso de conducción B poniendo como ejemplo los casos de Alemania y Francia”, explican.
“En el caso de Francia, más similar a España, la medida se introdujo en 2011 y a partir de entonces no se ha observado una evolución en el segmento 125 cc diferente a otros segmentos; por el contrario, si tuvo un importante impacto económico en el sector”, añaden.
Desde la asociación temen que más que ayudar esta medida tendría un “fuerte impacto en la nueva movilidad actual, pues dificultaría el proceso de electrificación”. “La inmensa mayoría de las motocicletas eléctricas vendidas son de esta categoría y perjudicaría nuevas fórmulas de movilidad exitosas, como el motosharing“, apuntan a este respecto.
Desde la Plataforma Motera para la Seguridad Val y la Unión Internacional para la Defensa de Motociclistas (MU) son más críticos con las medidas anunciados. Ambas entidades han lamentado las elevadas cifras de siniestralidad que, en parte, atribuyen a lo que consideran un error de la DGT “al dar carta blanca a aquellos que poseían antigüedad de tres años en el permiso B para llevar motocicletas de 125 cc“.
Estas dos asociaciones aplauden los cursos de formación planteados por la DGT pero piden que se facilite la adquisición de prendas de seguridad “sin tener que pagar un IVA de lujo por ello”.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe