No cabe duda de que si queremos ver las nuevas tendencias en movilidad eléctrica tenemos que volver nuestra mirada a China. Aquí, en un mercado de automóviles de combustión interna que se desarrolló en un par de décadas con una conspicua ausencia de modelos del segmento más pequeño, los utilitarios que llenan las calles de Europa, la llegada de la movilidad eléctrica está proporcionando un nuevo panorama. En él, los vehículos pequeños y los diferentes híbridos entre motocicletas y coches, es decir vehículos de tres ruedas con diferentes composiciones, cada vez se hacen más comunes.
El mercado del automóvil en China destaca por la escasa presencia de modelos pequeños, especialmente en las ciudades. Eso es debido a dos razones, por una parte los gastos inherentes a cualquier vehículo, el precio de la matrícula, a veces mediante subasta, hace que la diferencia de precio final entre un vehículo pequeño y uno mediano no varíe mucho en algunas ciudades. Por otra, el automóvil privado tomó, en una sociedad en la que apenas existían clases hace 30 años, un signo de distinción económica y social mucho más agudo que en otras sociedades. Esto ha hecho que se pueda hablar de dos mercados del automóvil en China, el de la ciudad y el del campo.
En ese panorama sólo la elegancia del Smart y el aire desenfadado de los modelos QQ (de la marca Chery) rompían el panorama. Con la llegada de la movilidad eléctrica se ha producido una transformación del espíritu del comprador. Ahora, un aire de modernidad, desenfado y compromiso con el futuro ha impulsado las ventas de los pequeños vehículos eléctricos. De hecho en el año 2021 el coche más vendido fue el Wuling Hong Guang Mini y desde su lanzamiento hace dos años ya se han vendido cerca de 700.000 unidades.
Los “abuelos felices” que inundan las calles chinas
Mientras otras marcas se apresuran a preparar modelos que puedan competir con el fenómeno Wuling Hong Guang Mini, hoy vamos a echar un vistazo a ese otro tipo de vehículos de tres ruedas, que cada vez hace menor la sima entre los vehículos de 4 ruedas y los de 2. Y ahí nos encontramos principalmente con una serie de vehículos en principio para uso exclusivo de la tercera edad, que en China se considera a partir de los 60 años y que con el envejecimiento de la población ya supone más de 250 millones de personas y que en menos de 20 años se espera que constituya el 28% de la población.
Estos vehículos, conocidos popularmente como “abuelos felices” por la facilidad de movilidad que posibilitan a los mayores, son definidos como “vehículos de baja velocidad, con cuatro ruedas, que no necesitan cumplir los estándares de los otros vehículos”, eso es lo que ha provocada la extrema variedad de modelos que se ven por la calle, todo tipo de engendros. El precio es también de “felicidad”, pues va de los 300 a los 1500 €, y en la mayoría de las ciudades no necesita ni matrícula ni carnet de conducir.
Muchos modelos son usados por las policías para patrullar localmente o por los agentes que regulan la venta ambulante. Cuanto más pequeña es la ciudad, más vehículos de este tipo y más variados se ven por la calle.
Con ciudades cada vez más poco amistosas con los vehículos a motor, una población cada vez más mayor, zonas peatonales cada vez más extensas y una reducción general de la velocidad de circulación en las vías urbanas, estos “abuelos felices” pueden tener un futuro en las ciudades europeas. Sólo hace falta una mínima regulación sobre sus estándares y normas de circulación y la aparición de modelos con un diseño atrevido que rompan el estigma social que podría acarrear en los primeros tiempos la conducción de un vehículo de este tipo.
Desde China, Pedro Ceinos.
Te puede interesar