Volkswagen es lo que es gracias a un modelo icónico, el Typ 1, conocido a la postre como Beetle, Bug, Escarabajo, Coccinelle, Käfer, Vocho y un larguísimo etcétera. La primera generación se produjo de 1938 a 2003, con una tirada de más de 21,5 millones de ejemplares. Tuvo otras dos generaciones, New Beetle y Beetle, y la próxima podría venir en formato 100% eléctrico.
La marca alemana ha utilizado como vehículo para darlo a conocer una película infantil, “Miraculous: Ladybug y Cat Noir – La película“, que se va a estrenar el 5 de julio en cines y el 28 de julio en Netflix. Se trata de un largometraje que sigue la estela de la serie de televisión que empezó a emitirse en 2015 y bien conocida por los más pequeños de la casa.
Volkswagen firmó un acuerdo con los coproductores de la serie, ZAG y Mediawan Kids & Family, para incrustar la familia ID de coches eléctricos en la trama de la película. De hecho, están asociados a personajes clave. El Beetle eléctrico es el vehículo de la protagonista, Ladybug (en inglés, “bug” es “bicho”), y va a juego con su traje de heroína.
Es bien pronto para considerar que es un diseño cercano a la producción en serie, pero va cobrando sentido. La plataforma eléctrica de Volkswagen permite alargar al máximo la distancia entre ejes, dejando los voladizos (distancias eje-paragolpes) al mínimo y colocando las ruedas en los extremos. Es más, se parece bastante a la filosofía de diseño del Typ 1 diseñado por Ferdinand Porsche en los años 30.
Se intuye una disposición 1+2 de tres plazas, que pocos fabricantes han llevado a producción, como es el caso de McLaren. El conductor va en una posición centrada y cuenta con dos plazas traseras a los lados. Esta curiosa disposición es óptima para el reparto de pesos incluso en el eje transversal. No tiene por qué suceder en el futuro Beetle eléctrico, si es que llega a salir. Y si sale, será eléctrico, porque otra cosa no tiene sentido.
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No es la primera vez que Volkswagen tantea el retorno del Beetle como un coche eléctrico, solo hay que acordarse del Volkswagen E-Bugster Concept de 2012, una reinterpretación del Beetle con un ensanche de carrocería de 30 mm y un techo 90 mm más bajo, y con propulsión eléctrica. Además, en 2019 Volkswagen presentó el ID. Buggy concept como homenaje a aquellas conversiones que se hicieron en California a partir de los baratísimos Volkswagen en los años 60 y 70.
Además, tiene sentido la vuelta del Beetle por la simple y llana razón de que otro de sus modelos más míticos, la furgoneta T1, ha vuelto a la actualidad en forma de ID. Buzz. Desarrollada la plataforma del coche, parte de los costes de desarrollo quedan neutralizados. De momento la película en cuestión servirá para presentar el coche ante una audiencia muy amplia sin hacer un gran esfuerzo.