El hidrógeno verde es un combustible que se obtiene mediante un proceso químico llamado electrólisis. Al utilizar electricidad procedente de fuentes renovables para separar el hidrógeno del oxígeno presente en el agua, se produce energía sin emitir CO2 a la atmósfera.
Este combustible renovable, llamado a jugar un gran papel en el proceso de transición energética que ya se está llevando a cabo, tiene una serie de aplicaciones que van desde las industrias, como la metalúrgica y la química, hasta usos energéticos, residenciales y en el transporte.
Perspectivas para el hidrógeno verde
Según un informe de la consultora DNV, Europa es pionera en esta tecnología y se espera que el hidrógeno represente el 11% de su combinación energética en 2050.
Para ello, será crucial la existencia de políticas que estimulen tanto la producción como la demanda de hidrógeno. En España, el objetivo de potencia instalada de hidrógeno del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es de 4 GW, un cifra que, según BloombergNEF, se triplicaría solo con los proyectos que ya han sido anunciados.
Con estos datos, observamos claramente que tanto los gobiernos como las empresas están manos a la obra.
¿Será 2023 el año del despegue del hidrógeno verde? Te mostramos tres razones por las que sí y una por la que no.
1. El precio del hidrógeno verde disminuirá significativamente
Uno de las problemas más acuciantes para la producción de hidrógeno con energías renovables es su precio frente al hidrógeno gris (en este enlace tienes información sobre los colores del hidrógeno), que se genera haciendo uso de combustibles fósiles.
Según Statista, en 2018, el precio de producción de hidrógeno verde con la tecnología de membrana electrolítica (PEM), se situaba en 3,50 dólares estadounidenses por kilogramo. En cambio, el kilo de hidrógeno gris costaba menos de la mitad, 1,60 dólares.
El problema del hidrógeno para convertirse en una alternativa real a los eléctricos de batería
Sin embargo, en el contexto actual de crisis energética, con los precios del gas y petróleo disparados, el hidrógeno gris ya no goza de tanta ventaja competitiva frente a su homólogo renovable. Gracias a ello y al abaratamiento de las tecnologías de generación renovables, las previsiones para 2050 apuntan a que el hidrógeno verde producido con tecnología PEM podría costar menos de un dólar estadounidense.
Por otro lado, un estudio de la agencia de investigación Transparency Market Research señala que el mercado del hidrógeno verde crecerá un 50% de aquí. Y el tamaño del mercado se incrementará de los 2.100 millones de euros actuales a los 133.580 millones de euros en 2031. El mercado de electrolizadores también crecerá exponencialmente.
2. Políticas favorables con el hidrógeno verde
Como decíamos antes, las políticas de apoyo al desarrollo de las tecnologías de hidrógeno verde serán claves en el camino de la descarbonización. Tras la invasión rusa de Ucrania, que desencadenó la crisis energética, la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles acapara la agenda pública. En este contexto, la producción de hidrógeno es una de las soluciones que más se demandan.
Ejemplo de ello es la reciente aprobación de la Comisión Europea para la inversión de 5.200 millones de euros de financiación pública, por parte de España y otros 12 países de la UE, con el objetivo de impulsar la investigación y la innovación sobre el hidrógeno.
El proyecto, que recibe el nombre de IPCEI Hy2Use, cuenta con la participación de España, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Polonia Portugal y Suecia. En total, los países invertirán un total de 5.200 millones de euros que, previsiblemente, movilizarán 7.000 millones de euros en inversiones privadas. Se llevarán a cabo 35 proyectos con la participación de 29 empresas.
Por otro lado, la certidumbre de la situación regulatoria facilita la financiación de los proyectos por parte de los inversores, que confían en la generación de energía como un negocio rentable.
En España, el Gobierno aprobó en septiembre unas ayudas provisionales para impulsar el hidrógeno verde con un presupuesto de 250 millones de euros que se destinará a 29 proyectos repartidos en nueve comunidades autónomas. Hilando con lo que comentábamos acerca de la financiación privada, estos proyectos canalizarán una inversión de cerca de 900 millones de euros. Además, las 29 iniciativas sumarán 487 MW, el 12% del objetivo de 4 GW fijado por el PNIEC.
3. Los proyectos ya están en marcha
España es uno de los países con más potencial de producción de hidrógeno verde en todo el mundo. No en vano, de todos los proyectos de hidrógeno verde a nivel mundial, el 20% se sitúan en nuestro país, situándonos solo por detrás de Estados Unidos. Además, somos el quinto país del mundo en energía eólica, el octavo en generación renovable
Dentro de nuestras fronteras, existen un total de 80 proyectos, localizados de forma principal en las zonas industrializadas de las costas del sur, cantábricas y mediterráneas. De ellos, la mayoría se centran en las aplicaciones industriales (27), mientras que veinte de ellos están orientados a la movilidad terrestre y marítima.
La suma de todos estos proyectos dará como resultado el desarrollo de más de 15 GW de potencia instalada de electrolizadores, lo que demuestra el gran interés que el hidrógeno verde está levantando en España.
De hecho, además del objetivo de contar con 4 GW de electrolizadores en 2030, la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable prevé que al menos un 25% del consumo de hidrógeno por parte de la industria deberá ser renovable a finales de década.
Por otro lado, recientemente se ha llevado a cabo la inauguración del H2Med, el primer corredor de hidrógeno renovable de la Unión Europea, por el que España se convertirá en el primer hub de hidrógeno renovable del mundo. H2MED tendrá capacidad para transportar hasta 2 millones de toneladas al año (MTPA) de hidrógeno renovable, lo que supone un 10% del consumo previsto en Europa en 2030, según REPowerEU.
Una razón por la que el hidrógeno verde no triunfará en 2023
REPowerEU es el plan de la Comisión Europea para independizar a Europa de los combustibles fósiles rusos mucho antes de 2030, ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El plan REPowerEU establece varias medidas para reducir rápidamente la dependencia de los combustibles fósiles rusos y adelantar la transición ecológica, aumentando al mismo tiempo la resiliencia del sistema energético a escala de la UE.
Sin embargo, según el productor de energía alemán RWE, las normas que propone el plan podrían no ser beneficiosas para el desarrollo de la producción de hidrógeno.
Por ejemplo, en 2026 será obligatorio que, para la producción de hidrógeno verde, se utilice exclusivamente electricidad procedente de plantas eólicas y solares no subvencionadas y de nueva construcción. RWE señala que, aunque los procesos de planificación y aprobación para estas plantas se aceleraran en los próximos años, no sería posible producir hidrógeno verde en grandes vólumenes antes de 2030.
Otro de los problemas lo encontramos en el hecho de que los electrolizadores solo podrían producir hidrógeno cuando estos nuevos parques eólicos y solares estén generando electricidad simultáneamente.
Es decir, que los electrolizadores se mantendrían inactivos durante los periodos no productivos. Esto daría como resultado un aumento innecesario del precio del hidrógeno debido a la obligación de llevar a cabo operaciones más complejas y mayor dificultad para asegurar un suministro continuo a la industria.
Imagen: DepositPhotos.
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