- Un vídeo muestra cómo un Tesla Model Y autónomo atropella un maniquí infantil frente a un autobús escolar.
- Grupos activistas cuestionan la seguridad del FSD de Tesla y apuntan a la falta de regulación de esta tecnología.
- Elon Musk asegura que el Tesla Model Y autónomo llegará en un mes: ¿será verdad esta vez?
Una escena montada para evaluar la tecnología autónoma de Tesla termina generando escalofríos. Un maniquí infantil cruzando frente a un autobús detenido, y un Tesla Model Y que no se inmuta. Ni frena, ni alerta, ni reacciona. Y así hasta ocho veces.
Las imágenes, grabadas por organizaciones que son realmente críticas con el fabricante californiano, buscan poner en jaque la reputación del sistema Full Self-Driving (FSD), mientras se aviva un debate espinoso: ¿realmente entendemos qué significa «autónomo» en los coches de hoy?
Pruebas impactantes del Tesla Model Y autónomo
Dos organizaciones conocidas por su oposición a Tesla, The Dawn Project y Tesla Takedown, decidieron realizar una serie de ensayos para señalar lo que consideran riesgos graves en el software de asistencia a la conducción de la marca Tesla. El resultado fue un vídeo donde se observa cómo un Tesla Model Y, con la última versión del sistema Full Self-Driving atraviesa sin inmutarse un entorno diseñado para poner a prueba su seguridad: un autobús escolar detenido, señales de alto encendidas y un muñeco infantil cruzando la calle.
La escena se repitió hasta ocho veces, y según los responsables del test, en todas ellas el coche arrolló al maniquí sin reducir la velocidad ni emitir advertencia alguna. Las organizaciones denuncian que el vehículo “no mostró ninguna reacción ante una situación que simula un riesgo evidente para la vida humana”.
Dan O’Dowd, fundador de The Dawn Project, no se anduvo con rodeos: “Un software que ignora la presencia de un autobús detenido y atropella a niños cruzando la calle debería ser prohibido de inmediato”.
Por su parte, Tesla no ha ofrecido respuesta directa a este vídeo. Tampoco ha aclarado si el software en cuestión está siendo evaluado por sus propios equipos tras el incidente.
¿Tecnología defectuosa del Tesla Model Y autónomo o error humano?
Aquí es donde la situación se vuelve más compleja. Tesla ha sido insistente en una cosa: su tecnología Full Self-Driving no sustituye al conductor. A pesar del nombre llamativo, la función está diseñada para ser utilizada bajo supervisión constante de una persona al volante. Y eso incluye prestar atención total al entorno y estar listo para intervenir si algo sale mal.
En otras palabras, el software no tiene licencia para tomar decisiones en solitario. El propio sistema requiere, de hecho, que el conductor mantenga las manos sobre el volante y los ojos en la carretera.
Los vídeos no aclaran con precisión si el conductor que participó en las pruebas estaba en condiciones de intervenir o si, como en muchos otros casos reportados, se había depositado toda la confianza en el coche. Si esto último es cierto, entonces el fallo también apunta hacia una mala comprensión (o uso) del sistema por parte de los humanos.
Esto no exonera totalmente a Tesla, pero sí abre otra línea de discusión: ¿deberían comercializarse tecnologías cuya utilización indebida puede derivar en tragedias?
Tesla Takedown también carga por otros motivos contra Tesla
Más allá del asunto técnico, el movimiento Tesla Takedown ha aprovechado la ocasión para redoblar la presión sobre la compañía. Esta vez, ha pedido a Electrify Expo, una feria centrada en la movilidad eléctrica, que excluya a Tesla como expositor.
La razón que esgrimen no se limita a cuestiones de seguridad vial. En un correo enviado a los organizadores, señalan que Tesla no es simplemente una empresa automovilística, sino “una fuente de financiación de Elon Musk, quien utiliza su fortuna para promover la política de ultraderecha, normalizar el extremismo y difundir tecnologías no reguladas en nuestras comunidades”.
El grupo cree que invitar a Tesla a este tipo de eventos “equivale a blanquear sus prácticas y sus consecuencias sociales”. En ese sentido, animan a Electrify Expo a cortar relaciones con la compañía como gesto simbólico. Hasta el momento, los organizadores del evento no han respondido públicamente a la petición, aunque resulta muy poco probable que se produzca un veto de ese calibre a una de las marcas más representativas de la industria eléctrica.
Conclusión: mucho ruido, pocas certezas
El vídeo ha logrado lo que pretendía: generar debate y sembrar dudas sobre el sistema FSD. Sin embargo, lo que no está claro es si estos ensayos reflejan el comportamiento típico del software o si se trata de un caso límite.
Tampoco es evidente si el escándalo derivará en acciones regulatorias o simplemente se sumará a la larga lista de polémicas que rodean a Tesla y a su fundador. Lo que sí queda en evidencia es que la combinación de marketing agresivo, conducción semiautónoma y expectativas desmedidas sigue siendo una mezcla peligrosa.
Por ahora, la seguridad de los peatones reales, no de maniquíes, sigue dependiendo, en gran parte, del criterio humano. Aunque cada vez haya más máquinas al volante.
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Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.