La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) han puesto en marcha hoy el nuevo Transport Blending Facility del Fondo Europeo de Medio Ambiente, un instrumento financiero para proyectos sostenibles y eficientes. Con un presupuesto inicial de 200 millones de euros con cargo al presupuesto de la UE, este mecanismo financiará inversiones en el ERTMS (Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario) y en la infraestructura de combustibles alternativos. Para ello movilizará fondos del BEI, de bancos nacionales y del sector privado.
El mecanismo está en consonancia con los objetivos europeos de descarbonización y digitalización del transporte, así como de movilidad inteligente, “sostenible, inclusiva, segura y protegida”. Además, para fomentar el despliegue de proyectos maduros, Bruselas establece por primera vez un mecanismo que permitirá la presentación de solicitudes de ayuda financiera con carácter permanente hasta marzo de 2021.
La combinación de las subvenciones de la UE y la financiación de los bancos públicos y del sector privado permite movilizar recursos para apoyar objetivos clave de la política europea.
Según la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, “estamos cumpliendo con nuestra agenda para un sistema de transporte con combustibles alternativos y digital. Por su carácter innovador, no me cabe duda de que el mecanismo facilitará la inversión y contribuirá a la modernización y a una mayor eficiencia del transporte europeo“.
El vicepresidente del BEI, Vazil Hudak, responsable del sector del transporte, ha asegurado que se trata de una “emocionante iniciativa piloto para aprovechar el éxito de la convocatoria de mezclas, para complementar los instrumentos financieros de CEF y EFSI, así como para desbloquear nuevas inversiones en los ámbitos de los vehículos de combustibles alternativos, la infraestructura y el ERTMS”.
Colaboración entre sector público y privado
Las redes transeuropeas y la cooperación transfronteriza son “cruciales” para el mercado único. Los operadores privados y las autoridades nacionales no tienen incentivos suficientes para invertir en proyectos de infraestructura sin la intervención de la UE, asegura la Comisión en una nota. La combinación de las subvenciones de la UE y la financiación de los bancos públicos y del sector privado permite movilizar recursos para apoyar objetivos clave de la política europea.
Varios bancos nacionales ya han señalado su posible interés en adherirse al plan.