- Según datos de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), en España hay 12.624 gasolineras y 12.818 puntos de recarga rápida y ultrarrápida
- El dato desmiente la teoría de los haters que se empeñan en señalar que la infraestructura de recarga pública es insuficiente para afrontar un viaje en coche eléctrico
-
10 coches eléctricos para afrontar viajes largos sin preocupaciones
Cuando se habla de contras de los coches eléctricos hay tres argumentos que se escuchan hasta la saciedad. El primero es el precio, el segundo es la autonomía y el tercero son los puntos de recarga en carretera.
Los tres tienen una buena respuesta. Para aquellos que defienden que los cero emisiones son caros un repaso a las últimas novedades del mercado deja ver que es fácil encontrar modelos por menos de 30.000 euros. Para quienes hablan de que no pueden recorrer muchos kilómetros con cada recarga, lo mismo: la media actual supera los 400 km por recarga y cada vez son más los coches eléctricos que homologan más de 500 km.
En España hay más puntos de recarga que gasolineras
Para quienes recurren al discurso de que la actual infraestructura de recarga pública es insuficiente son varios los datos con los que rebatir. El último recuento de la Asociación Empresarial para el Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE) señala que en España hay más de 37.000 cargadores en funcionamiento. En la misma línea, un informe de Sumauto revela que en nuestro país el número de puntos de recarga ha superado al de gasolineras.
El dato exacto lo aporta la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) y señala que a 30 de junio de 2024 había en España 12.624 gasolineras y 12.818 puntos de recarga rápida y ultrarrápida.
Otro dato interesante revela que estás más de 12.600 gasolineras dan servicio, sin contar a los vehículos pesados, a más de 27 millones de turismos, vehículos 4×4 y comerciales ligeros y medios. Mientras que los 12.818 puntos de recarga abastecen a poco más de 170.000 vehículo eléctricos e híbridos enchufables.
Si se incluyen los puntos de recarga lenta, hay que añadir otros 24.318, de modo que los conductores españoles pueden elegir en total entre cualquiera de los 37.136 puntos que hay repartidos por la geografía española.
Tres puntos de carga por cada gasolinera
Por cada gasolinera que da servicio a la combustión, hay tres puntos de carga que hacen lo propio con los eléctricos y los híbridos enchufables. Además, estos puntos están el 90% del tiempo vacíos, “luego tampoco se sostiene que el proceso implique tener que hacer cola y alargar el tiempo de parada”, aseguran los autores del informe. Según AEDIVE, su ratio de uso no llega al 6%.
Por otro lado, desde la asociación de impulso a la movilidad eléctrica recuerdan que frente a los vehículos térmicos, que obligadamente tienen que ir a una estación de servicio para repostar y seguir funcionando, los electroconductores cuentan con tres opciones: puestos de carga rápida y ultrarrápida de alta potencia en itinerancia (en la ruta de un viaje), recarga de oportunidad en el sector terciario (en hoteles, centros comerciales, etc.,) y recarga vinculada al hogar y a los puestos de trabajo.
Falta visibilidad
El objetivo de este informe es mostrar que no es cierto que en España no haya suficientes puntos de recarga, lo que sí es verdad es que no todos son suficientemente visibles.
“En ciudad, los puntos están difuminados entre todo el mobiliario urbano por lo que su identificación es complicada y los ayuntamientos deben trabajar en mejorar la visibilidad”, afirman. “En carretera, si bien la Administración ya está en marcha para adaptar las señales de las vías, aún está pendiente su implantación real en las señales”, matizan.
Te puede interesar…
- Madrid acaba de inaugurar un servicio de recarga pionero en España
- Quishing, la nueva estafa a la que los coches eléctricos son especialmente vulnerables
- Tesla presenta en X su última generación de Supercargadores V4, con hasta 1,2 MW de potencia
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe