Tesla se ha consolidado como una de las empresas más innovadoras en el sector automotriz, siendo una de las pioneras en fabricar coches eléctricos. Y, pese a ser relativamente nueva en el mercado, ha logrado posicionarse como líder en la fabricación y venta de vehículos eléctricos.
El notable incremento en las ventas de sus modelos ha permitido a la empresa de Elon Musk acumular una enorme cantidad de datos sobre el ciclo de vida de sus vehículos y baterías. Y es que las baterías están sujetas a continuo desgaste con el uso y el tiempo, un hecho que los informes de la marca Tesla confirman.
Desgaste de las baterías en los coches eléctricos Tesla
Los estudios de Tesla, tras 320.000 kilómetros de uso, diferencian entre sus modelos más recientes, el Model 3 y el Model Y, y los más antiguos, el Model S y el Model X. Las versiones de “largo alcance” fueron el foco de estos análisis, excluyendo baterías con química LFP, que son menos densas y más económicas. Las baterías NCA y NCM predominan en estos estudios.
Si 1.000 km nos parecían impensables, llegan las baterías de 2.000 km de autonomía
Según los datos de Tesla, y después de recorrer 320.000 kilómetros, las baterías de los Model 3 y Model Y presentan una pérdida promedio del 15% en su capacidad. En contraste, los Model S y Model X muestran una disminución del 12%.
Factores que afectan la degradación de las baterías
Las baterías se degradan con el tiempo y el uso, pero también influyen otros factores como la temperatura, la velocidad de carga y el estilo de conducción. Tesla afirma que sus baterías están diseñadas para durar más de 320.000 kilómetros, una cifra que normalmente no requeriría un reemplazo.
Los gráficos de Tesla ilustran que la mayor reducción en la capacidad de las baterías de los coches eléctricos ocurre al inicio de su vida útil, con una pérdida del 10% entre los 96.000 y los 130.000 kilómetros. Posteriormente, la degradación se desacelera y se estabiliza.
Comparar los datos entre los Model 3/Y y los Model S/X no es sencillo. Esto se debe a las diferencias en las celdas de batería, el diseño de los paquetes y los sistemas de gestión térmica. Una posible explicación es que los Model 3 y Model Y tienen menor capacidad. Por este motivo requieren más recargas para recorrer la misma distancia que los modelos más grandes.
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Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.