Cuando un coche de combustión gasta poco carburante se dice que “consume como un mechero”. No hay, por ahora, una frase hecha similar para ls vehículos eléctricos eficientes. Una pena porque, de haberla, sería el título perfecto para la esta prueba del Mercedes EQA
El EQA es un SUV eléctrico compacto. Por precio, es el Mercedes eléctrico más asequible (si no tenemos en cuenta a los comerciales porque el EQT cuesta 9.000 euros menos); también es el más pequeño, pues mide 4,4 metros de largo y 1,84 metros de ancho. En el maletero puede transportar hasta 340 litros o un máximo de 1.320 litros si se llevan los asientos traseros abatidos.
Este coche eléctrico está a la venta en tres niveles mecánicos. El escalón de acceso es el Mercedes EQA 250+, con 190 CV y 385 Nm de par máximo pasa de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos. Utiliza una batería de 70,5 kWh y homologa una autonomía de 559 km.
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Por encima se sitúa el Mercedes EQA 300 4Matic que recurre a un sistema de tracción integral. En este caso la potencia aumenta hasta 228 CV y el par máximo hasta 390 Nm. La batería es más pequeña, de 66,5 kWh, también baja la autonomía que según la cifra oficial es de 457 km.
Por último, el Mercedes EQA 350 4Matic, también con tracción 4×4 es el más potente (292 CV y 520 Nm de par). Es también el más rápido pues solo necesita 6 segundos para llegar a 100 km/h desde parado. La batería es la de 66,5 kWh del 300 4Matic; tampoco varía el consumo (16,8 kWh/100 km) ni la autonomía respecto a este (457 km).
Pocos cambios, pero acertados
Como toda la gama, llegó al mercado en 2021 pero a mediados de 2023 fue sometido a una ligera renovación que le ha permitido, entre otras mejoras, ampliar su autonomía. Los cambios estéticos son muy sutiles.
La gran protagonista es la parrilla en negro brillante, cerrada y con un estrella de generoso tamaño en el centro. Aquí hay un cambio respecto a la versión anterior y es que los listones cromados se han sustituido por decenas de pequeñas estrellas. También se han retocado (poco) los paragolpes y pilotos traseros.
Más son los cambios tecnológicos, empezando por la actualización del sistema MBUX que ahora resulta más intuitivo. En todas las versiones la pantalla multimedia es de 10,25 pulgadas.
Prueba del Mercedes EQA 250+
Para nuestra prueba hemos optado por la versión de acceso a la familia EQA de Mercedes. Esta versión lleva de serie llantas de 18 pulgadas, asientos delanteros calefactados con ajuste lumbar, iluminación en 64 colores, portón del maletero eléctrico y cable de carga de cinco metros de largo.
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Como parte de los sistemas ADAS: control de crucero adaptativo con frenada automática de emergencia con detector de peatones (una cámara se activa en el cuadro de instrumentos por si el conductor no ha visto al viandante), aviso de salida de carril, asistente de luces de carretera (de los mejores que hemos probado pues no retira las luces largas sino que crea una sombra en le vehículo que nos precede para no deslumbrarle), detector de fatiga o arranque en cuesta.
Conducir este EQA es una gozada. El coche tiene aplomo, suma kilómetros sin esfuerzo y transmitiendo las sensaciones de manera precisa al conductor pero no tanto a los pasajeros que viajan cómodos en cualquiera de las plazas.
Tampoco supone un gran esfuerzo en cuanto al consumo que es, como ya he adelantado en las primeras líneas, una de sus virtudes. En nuestra prueba, combinando trayectos urbanos con carretera, hemos registrado un consumo medio de 15,9 kWh, una cifra inferior a la oficial y que sitúa al EQA como uno de los SUV eléctricos que menos consumen del momento.
Solo un ‘pero’…
Así las cosas, solo hay una pega o una razón que nos alejan de este coche cuya compra recomendamos… a todos aquellos que tengan un presupuesto algo holgado.
Un Mercedes EQA 250+ como el que hemos probado tiene un precio de partida de casi 58.000 euros. Eso supone, en principio, que queda fuera de las ayudas del Plan Moves III por lo que no hay ceros que restar; tan solo esperar la devolución de 3.000 euros en la declaración de la renta.
Además lo aleja de sus rivales directos, en especial del BMW iX1 que también funciona a las mil maravillas y le gana en espacio y precio pues la versión de acceso cuesta casi 10.000 euros.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe