Antes de que las primeras unidades lleguen a sus propietarios, el Ford Explorer se ha colado entre los 10 coches eléctricos más vendidos en septiembre con 132 matriculaciones (las mismas que el BYD Dolphin y solo 15 menos que el Volvo EX30, uno de sus máximos rivales). Toda una declaración de intenciones que tambalea los pilares del segmento B-SUV eléctrico, el de moda en España y hace que modelos como el BMW iX1 o el mismísimo Tesla Model Y miren con temor a lo que llega desde Colonia (Alemania).
El nuevo Ford Explorer tiene detalles que rinden homenaje a su origen americano, pero es un coche hecho en Europa (en la planta de Colonia, la misma que antes fabricaba el Ford Fiesta) y para el mercado europeo.
Nuevo Ford Explorer 100% eléctrico
El nuevo SUV eléctrico de la marca del óvalo mide 4,47 metros de largo y 2,06 metros de ancho. Su diseño ayuda a que, por fuera, tenga un aspecto compacto que a simple vista engaña y no hace pensar que su interior sea tan espacioso como realmente es (explican desde Ford que es un efecto buscado con ideas como la completa integración de los paragolpes en la carrocería).
Dentro lo que impera es la sensación de amplitud, practicidad y buena calidad. A lo primera contribuye el techo de cristal que con más de un metro de longitud es el más largo del mercado. La pega es que este elemento solo se ofrece de serie en los acabados más altos y como opción en el resto (hay que pagar 1.240 euros).
También es única, por el momento, la solución que esconde la pantalla central de 14,6 pulgadas. Lo de esconde es literal. Ford la ha bautizado como SYNC Move por dos razones. La primera, porque da acceso al sistema de infoentrenimiento basado en la última actualización de la tecnología SYNC de la marca (la misma que emplea el Ford Mustang Mach-E).
La segunda y aquí está la novedad, porque cuenta con un innovador sistema de deslizamiento que permite colocar la pantalla totalmente recta para que quede integrada en el salpicadero o ligeramente inclinada. De este modo no solo se evita que cuando la luz del sol incide directamente sobre la pantalla se reduzca la visibilidad, sino que se crea un espacio seguro para guardar objetos de valor: con la pantalla inclinada la guantera que hay sobre ella queda cerrada de forma mecánica y asociada al cierre centralizado.
Mención aparte merece también la megaconsola central con espacio repartido en diferentes huecos hasta sumar un total de 17 litros de almacenaje.
Al volante del Ford Explorer eléctrico
Convertido en SUV eléctrico, el Ford Explorer se vende con dos niveles de potencia al que, antes de que termine el año se unirá una tercera más contenida. Las que ya están a la venta son la versión de 286 CV (210 kW) con batería de 77 kWh y una autonomía oficial de 602 km y la de 340 CV (250 kW) y batería ligeramente superior, de 79 kWh.
La que nosotros hemos podido conducir es la primera, la que desde Ford esperan que sea la más vendida de la familia, incluso por encima de la versión más contenida que se convertirá en la acceso a la gama Explorer, con batería de 52 kWh, 1709 CV y un rango oficial de 378 km. Esta saldrá a la venta en un par de semanas.
Ford nos invitó a Córdoba para conducir durante dos jornadas el Ford Explorer. Con el SUV eléctrico nos hemos movido por autopista, carreteras secundarias y algo (lo que menos) por ciudad. Un poco de todo para que esta toma de contacto nos haya servido para confirmar lo que esperábamos: que el Explorer tiene buenos argumentos para escalar rápidamente posiciones y afianzarse entre los preferidos de un segmento altamente competitivo.
Sin transmitir sensaciones deportivas (tampoco lo pretende) el Ford Explorer funciona correctamente en cualquier escenario. Quizá a velocidades elevadas la rumorosidad es algo alta (sin llegar a ser molesta), pero a cambio se muestra muy estable, sin balanceos excesivos de la carrocería, ni siquiera cuando se trata de afrontar tramos de curvas reviradas en los que muestra un buen aplomo y una dirección precisa.
Quizá el mejor resumen es que el Explorer es un coche fácil de conducir. No tiene ese tirón característico de muchos eléctricos que te deja pegado al asiento, pero esto no deja de ser anecdótico e innecesario en un modelo de este corte. En ciudad se mueve con agilidad, incluso en calles tan estrechas como las del centro de Córdoba.
Nuestra de pruebas tenía el acabado más sencillo, el Explorer (por encima se posiciona el Premium), con alerta de cambio de carril (que avisa del despiste con un leve tirón del volante), asientos delanteros calefactables y con masaje, navegador y control de crucero adaptativo.
Tiempos de carga
No hemos llegado a cargar el SUV, pero no podemos pasar por alto los tiempos de carga ya que son de los más rápidos del segmento. La versión AWD admite hasta 185 kW de potencia, con lo que pasa del 10 al 80% de la capacidad de la batería en solo 26 minutos, mientras que la versión RWD, tarda dos minutos más.
La versión de batería de 52 kWh admitirá carga a un máximo de 145 kWh, con lo que estará preparado con un 80% de la carga en solo 25 minutos.
Precios
Por el momento, y a la espera de la llegada de la versión de acceso, la tabla de precios del Ford Explorer queda como sigue (la fila de la derecha muestra los precios con la ayuda máxima del Plan Moves III):
Precio con descuento | ||
Ford Explorer 170 CV | 41.800 euros | 34.800 euros |
Ford Explorer 170 CV | 44.800 euros | 37.800 euros |
Ford Explorer 268 CV | 46.550 euros | 39.550 euros |
Ford Explorer 268 CV | 49.550 euros | 42.550 euros |
Ford Explorer 340 CV | 55.850 euros | No aplicable |
Ford Explorer 340 CV | 58.850 euros | No aplicable |
La bomba de calor forma parte de la lista de equipamiento extra. La mencionamos porque nos parece una opción interesante para acercar la autonomía real a la oficial y no demasiado cara: 1.300 euros.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe