Desde 2019, Volvo Trucks se ha convertido en uno de los fabricantes de camiones eléctricos más importantes del mundo, al menos en cuanto a la variedad de su gama. Acumulan más de 5.000 ventas en 40 países, y su gama está mejorando tan pronto como la tecnología lo permite. Esta vez, la mejora va para Volvo FE Electric y FL Electric, que han aumentado su autonomía.
Los paquetes de batería, de 500 kg cada uno, proporcionan ahora un 42% más de densidad energética, lo cual tiene dos implicaciones: aumenta la autonomía o la carga que pueden llevar si se mantiene un requisito de autonomía en concreto. Estos camiones permiten añadir baterías de forma modular, según las necesidades de cada cliente industrial.
En el caso del Volvo FL Electric (hasta 16,7 t de MMA), de un solo motor de 180 kW/245 CV, puede tener de 280 kWh (3 baterías) a 565 kWh (6 baterías), por lo que su autonomía en el rol de distribución de mercancías variará entre los 280 y los 450 kilómetros. Por su parte, el Volvo FE Electric (hasta 27 t de MMA) puede tener 3 a 4 baterías, o lo que es lo mismo, 280 a 375 kWh. Este camión cuenta con dos motores eléctricos, hasta 225 kW/306 CV.
En este caso, la autonomía varía entre los 200 km en el peor caso (recogida de residuos urbanos con PTO) y los 275 km cuando se usan para el más favorable (distribución sin PTO). Y es que algunas tareas requieren el uso de PTO, es decir, que el camión tiene una toma de fuerza electromecánica para mover una hormigonera, comprimir los residuos urbanos, etc.
Según Volvo, cada paquete de baterías que no se necesita aumenta la carga que puede trasladar el camión, ya que hay unos límites de masa máxima autorizada por categoría que no pueden excederse. Cuanto más pesa el camión, menos carga puede transportar. Por ello, Volvo se implica con los clientes industriales para ofrecerles la mejor solución, no todos necesitan máxima autonomía.
Por lo tanto, si un cliente necesita una autonomía de -por ejemplo- 200 kilómetros, pero necesita emplear PTO, con los Volvo FE y FL de 2023 necesitará cargar menos baterías, así que la capacidad de carga aumenta, o, a igualdad de masa, pues se reduce el consumo. Incluso en un camión eléctrico se nota el cargar con 500 kg menos, lo que pesa cada paquete de baterías.
Los Volvo FE y FL Electric se pueden encargar ya y las entregas se producirán a partir de otoño. El objetivo de Volvo Trucks es que la mitad de sus ventas en 2030 correspondan a camiones eléctricos, a nivel mundial.
Cada camión eléctrico que reemplaza a uno diésel -de esta marca- puede suponer un ahorro de unas 30 toneladas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, cada año, si usa energías renovables. Para hacer ese cálculo, Volvo asume una utilización de 50.000 km al año, que se reposta combustible B7 (con un 7% de gasóleo biológico, gasóleo convencional en Europa), y que el consumo del camión es de 21 litros cada 100 km.