New York sabe que la reducción de emisiones de dióxido de carbono y partículas contaminantes pasa por la progresiva integración de la movilidad eléctrica en sus calles, ampliando, entre otras cosas, su infraestructura de recarga. Con cerca de 8,3 millones de habitantes, la ciudad está apostando por la movilidad limpia como llave para conseguir una ciudad sostenible.
Por ello, el Gobernador de New York, Andrew Como, anunció el pasado jueves un plan de inversión de 750 millones de dólares dirigido a la instalación de más de 50.000 puntos de carga. La nueva medida será financiada por la mayoría de las empresas de servicios públicos propiedad de los inversores del estado, con un presupuesto que se cierra en 701 millones de dólares hasta 2025.
De manera adicional, también se asignarán 48,8 millones de dólares adicionales provenientes de un acuerda con Volkswagen AG en 2017 relativo al escándalo de las emisiones diésel que servirán para desarrollar estaciones de carga y autobuses escocolares y urbanos eléctricos.
Medidas de ampliación de infraestructura de recarga
La medida tomada por New York no es la primera que se adopta en el país norteamericano, ya que hace apenas 10 días el Estado de Florida anunció la inversión de 8,6 millones de dólares para la ampliación de la infraestructura de recarga en todo su territorio.
Venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos
Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos han aumentado de forma progresiva en los últimos años, un hecho que no evita que todavía representen menos del 2% del total de ventas en el país (datos de 2019), según la información de Departamento de Energía de EE.UU.
Las causas están ampliamente relacionadas con la falta de una infraestructura de recarga fiable que, además, se concentra en las zonas urbanas con gran población a lo largo de las costas oeste y este del país.
Aunque muchos fabricantes están destinando grandes esfuerzos en las tecnologías de una sola carga y en mejorar sus gamas de vehículos eléctricos, los usuarios todavía se muestran escépticos ante la movilidad eléctrica debido a los precios más altos de los vehículos y a la falta de infraestructura eléctrica.