Una flotilla de unos 100 BMW iX5 Hydrogen ya se ha puesto a circular por las carreteras para evaluar la tecnología de coches de hidrógeno con pilas de combustible. Hace 18 años BMW realizó pruebas con hidrógeno en motor de combustión con los BMW 7 Hydrogen, una tecnología menos eficiente. Las pilas de combustible no queman el hidrógeno, lo convierten en electricidad.
BMW lleva trabajando en pilas de combustible cuatro años en lo que se refiere al BMW X5 y cuenta con la asistencia técnica de Toyota, fabricante con el que tiene acuerdos de colaboración y que suministra las células de combustible individuales. BMW se ocupa del empaquetado de la pila de combustible, componentes auxiliares, batería de iones de litio, motor trasero, etc.
BMW iX5 Hydrogen está basado en el BMW X5 y tiene 295 kW/401 CV de potencia. La pila de combustible de 125 kW/170 CV produce electricidad a un ritmo bastante estable y se va almacenando en baterías. A su vez, estas baterías alimentan al motor eléctrico y regeneran energía cuando el coche decelera o frena. La suma de potencias de la pila de combustible y las baterías dan los 295 kW/401 CV para el motor.
Estos prototipos cuentan con dos depósitos de hidrógeno a 700 bares de 3 kg de capacidad cada uno. Con esos 6 kg de hidrógeno, la autonomía supera por la mínima los 500 km en el ciclo WLTP. De momento, BMW solo puede probarlos allá donde la infraestructura de repostaje lo permita, y no tiene pinta de que vaya a ser el caso de España.
La flotilla de coches de hidrógeno de BMW va a servir para que personas que son ajenas a los equipos de desarrollo prueben el coche, ya que no están a la venta ni se ofrecen en régimen de alquiler. En este sentido, BMW se encuentra unos años por detrás de Toyota o Hyundai, que en determinados mercados sí venden el coche a quien lo quiera, o al menos se lo arriendan.
BMW considera que los coches de hidrógeno podrán ser un complemento a los coches eléctricos en el camino hacia las cero emisiones. Aunque los BMW iX5 Hydrogen tienen tubo de escape, sus emisiones son inocuas porque es simple vapor de agua. La reacción química resultante de mezclar hidrógeno con oxígeno no produce residuos, solo H2O (agua) y electricidad.
Para la producción de esta pequeña serie de prototipos están involucrados los trabajadores de BMW en Estados Unidos, que producen los X5, y los de Alemania, que hacen todos los componentes necesarios para funcionar con hidrógeno salvo las mencionadas células de origen Toyota. Es un ensayo general como paso previo a una producción en serie de mayor volumen, pero en números modestos.
Mientras tanto, la prioridad de BMW son los coches eléctricos. El año pasado vendió en todo el mundo más de 215.000 unidades, incluyéndose ahí tanto los BMW como los MINI eléctricos. Los coches de hidrógeno de BMW no tienen una fecha definida para llegar al mercado.