Los híbridos enchufables se presentan como una tecnología de transición entre los vehículos de combustión y los eléctricos puros. Su precio no les permite llegar al mercado de masas y su continuidad dependerá del desarrollo de la infraestructura de recarga rápida.
Nos preguntamos qué efecto tendrá sobre esta tecnología la llegada de una generación de baterías con autonomías reales muy superiores a las actuales y que permitirán incrementar los kilómetros entre cada recarga. La clave está en la infraestructura de recarga rápida.
Lo mejor y lo peor de cada mundo
Siempre se dice, y nosotros también lo hemos dicho, que los híbridos enchufables tienen lo mejor del mundo eléctrico y lo mejor del de combustión. En la ciudad son un coche eléctrico, cero emisiones y que no consumen combustible. En carretera son un coche de combustión, con toda su autonomía y con consumos inferiores, gracias al uso del motor eléctrico en parte del recorrido. Desgraciadamente también hay que decir que tienen lo peor: la escasa autonomía eléctrica y la mecánica compleja, ineficiente, ruidosa y contaminante sigue estando presente.
Si bien es cierto que algunos recorridos urbanos se pueden cubrir en modo eléctrico también lo es que otros muchos no. La mayoría de los híbridos enchufables tan solo disponen de 50 kilómetros de autonomía en modo eléctrico que se reduce considerablemente cuando se recorren vías de circunvalación, típicas de las grandes ciudades. Por lo tanto en muchas ocasiones tiene que recurrir al motor de combustión. Además se complica la mecánica porque debe disponer de todos los elementos de un motor de combustión a los que hay que sumar los de uno eléctrico. Más peso, más componentes, más riesgo de averías y por lo tanto un mantenimiento al menos similar a un coche vehículo térmico.
La necesidad de un híbrido enchufable hasta ahora se justificaba por la escasa autonomía de los eléctricos puros, que les mantenía atados a la ciudad. Con las nuevas baterías y los nuevos coches eléctricos, que homologan autonomía reales por encima de los 250-300 kilómetros (a 120-130 km/h) los viajes son posibles siembre y cuando exista una red de recarga rápida disponible y fiable.
El mundo de la movilidad eléctrica ideal
Imaginemos el mundo de la movilidad eléctrica ideal
. Los puntos de recarga tendrían potencia suficiente como para ser capaces de recuperar el 80% de la energía de las baterías, de 300 kilómetros de autonomía real, en menos de 20 minutos. Habría tantas estaciones de carga como gasolineras hay hoy en día y tantos puntos de recarga como surtidores. Las paradas, cada 250 kilómetros más o menos durarían menos de 20 minutos y se podría continuar el viaje. Es decir conduciríamos un eléctrico con la misma confianza en la autonomía con la que conducimos hoy un coche térmico.
Si bien para un uso urbano los coches eléctricos no precisan, en la mayoría de las ocasiones, de más recarga que la vinculada en el hogar o en el trabajo, para esta segunda fase la recarga pública de oportunidad es imprescindible y ha de ser rápida. Más aun. Deber ser muy rápida.
Los híbridos enchufables son una tecnología de transición. Los fabricantes que están apostando por ella están poniendo en el mercado vehículos con precios elevados con relacion a la media del mercado, por lo que es difícil que alcancen el mercado con mucho volumen. Está bastante probable que no sean la movilidad del futuro.
La legislación y la concienciación tienen mucho que decir
¿Es necesario llegar al mundo de la movilidad eléctrica ideal para que esta tecnología desaparezca?
Seguro que no. Dependen del avance la tecnología de las baterías. Estas son cada vez de mayor capacidad y densidad energética, reduciendo su volumen y peso. Ya casi han logrado alcanzar la autonomía límite de los desplazamientos largos. Por lo tanto dependerá mucho más del despliegue de la red de recarga rápida y de las potencias que se puedan implementar para recuperar la energía de baterías cada vez más grandes.
Por lo tanto queda por delante un reto tecnológico y reglamentario importante. Todos los actores implicados tienen algo que decir. Depende de la inversión que se dedique a ello. La tecnología alcanzará sus objetivos. Le debe acompañar el interés político por legislar a favor de un cambio en la forma de transportarnos, sin envenenarnos a la vez.
Los 10 mejores híbridos enchufables del mercado 2021
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
“Desgraciadamente también hay que decir que tienen lo peor: la escasa autonomía eléctrica y la mecánica compleja, ineficiente, ruidosa y contaminante sigue estando presente.”.
Creo que este comentario despectivo destila una ideologización impropia de.un análisis técnico objetivo. Las tecnologías no son ni buenas ni malas. Ni incluso la contaminación de los diesel es tan “responsable” de los males que le adjudican.
Respecto a lo ideal estoy muy de acuerdo. Pero yo llevo escuchando ese ideal desde California en los años 1990 del siglo pasado.
Faltan 15-30 años para el ideal electrico. Incluso es posible que aparezca otra tecnología (pilas de hidrógeno) que puedan comerle terreno a las pilas eléctricas actuales. No está nada claro y así se nota en el interés del consumidor y de los políticos.
El artículo desconoce la evolución de la tecnología de almacenamiento de energía eléctrica en baterías. En un horizonte cercano, no es factible realizar recargas rápidas continuadas (y muchísimo menos en 20 minutos) sin degradar rápidamente la batería a medio plazo. Ya no es un problema de densidad energética, que lo es también, sino de estabilidad química a elevadísimas temperaturas. La recarga en poste no va a ser la solución a los eléctricos, sino el reemplazo de baterías en estación de servicio. Tesla ya ha revitalizado su proyecto, originalmente cancelado por la prioridad de establecer la red de supercargadores, para resolver los problemas logísticos del reemplazo. Tendremos híbridos para muchos, muchísimos años, es una tecnología que aún está en su infancia.
La mejor es la de Lexus cuyo motor electrico recarga directamente del motor de gasolina
La tecnología utilizada por Lexus (Toyota) no es enchufable (salvbo en el Prius Prime) por lo tanto no entran en esta categoría.
¿No será al reves melon? ¿que el motor gasolina recargue el motor eléctrico y por ende las baterías?
Ya me dirás como narices la electricidad va a recargar la gasolina, no tiene lógica ninguna
PD Eso de melon no va con mala fe ¿eh? que conste.
Muy interesante artículo, pero sinceramente creo que los vehículos eléctricos recargables tienen un futuro a medio o largo plazo…depende de demasiadas variables: tecnologia de las baterías, legislación EU, EEUU y CHINA, política de inversión de las principales marcas de automóviles…enfin, lo dicho, al menos 10 años. Lo que está claro es que los motores gasoil tienen sus días contados…serán penalizados por su contaminación.
Saludos.
La única tecnología híbrida viable económicamente es la del Volt.
Lo que te ahorras en tener 20 kwh de batería en lugar de 60 – 80 kwh te lo gastas en un motorcito combustión (la tecnología del Volt no necesita ni turbo, ni dsg, ni nada de todo eso.) y todavía te sobra dinero y tienes un sedan.
Pues yo que estoy aquí las espera de mi Outlander Phev no tengo tan claro que sean algo tan efímero. Y de hecho yo preferiría un futuro con vehículos 100% eléctricos pero los misos avances tecnológicos que ayudarán al eléctrico puro, sieno la densidad energética de las baterías uno de ellos, puede que le den a los usuarios la razón definitiva para quedarse con un Phev para siempre. Imaginar que dupliquen la densidad energética de las baterías del Phev y te haga 90km reales en eléctrico. Cubriría el 99% del uso diario, sin renunciar a nada.
Los eléctricos tendrán que triunfar a largo plazo por su bajo coste, cuando sean notablemente más baratos que en térmico, que lo terminarán siendo, es cuando no tendrá sentido un Phev.
Muy interesante artículo, …pero me temo que el politico no va a invertir en electrolineras, como tampoco invirtió en gasolineras de petroleo…Debe ser el mercado privado quien lo desarrolle, ….Eso sí, con legislación a favor…pero qué difícil ser neutral aquí..