A medida que Europa y Estados Unidos comiencen a aumentar su producción natural de celdas de baterías de iones de litio, China irá perdiendo su hegemonía en este sector poco a poco. Así, según un informe de Clean Energy Associates (CEA), la participación china en el mercado de producción de celdas de baterías caerá del 75% en 2020 al 66% en 2030.
Por su parte, el mercado de capacidad de producción fue de 767 GWh en 2020, mientras que en 2030 habrá crecido hasta alcanzar los 4.764 GWh para 2030. En este año, Estados Unidos habrá logrado hacerse con el 16% del mercado, mientras que Europa se quedará con un 14%.
El informe señala:
“Se espera que Europa experimente el crecimiento más rápido en la capacidad de fabricación de celdas, ya que la inversión en la industria europea de baterías está creciendo significativamente debido a los ambiciosos objetivos de descarbonización de la región y la fuerte demanda de los fabricantes de automóviles”.
Mercado de almacenamiento de energía
Para 2025, la demanda mundial de sistemas de almacenamiento de energía superará los 100 GWh. El informe señala que, aunque los precios de las baterías serán por entonces mucho más asequibles, si los costes se reducen lentamente este crecimiento del sector puede verse estancado.
En el sector de almacenamiento energétigo global, Estados Unidos y China supondrán más del 50% en los próximos 5 años. El informe de CEA asegura que la demanda total de baterías de iones de litios alcanzará los 2,5 TWh en 2030. De este total, el 82% será para vehículos eléctricos, el 13% para sistemas de almacenamiento y el 4% para teléfonos móviles u otros dispositivos portátiles.
En este sentido, el informe apunta:
“Se espera que la alta demanda de proyectos fotovoltaicos centralizados aumente la demanda de energía renovable, a lo que hay que sumar los proyectos de almacenamiento. Además, el sector del almacenamiento energético experimentará efectos indirectos de las tecnologías diseñadas para los vehículos eléctricos.”
Reducir la dependencia de las baterías chinas
Las iniciativas políticas y de financiación de la UE y los Estados Unidos se han consolidado en los últimos años con el objetivo de reducir las importaciones de China.
En el caso estadounidense, su Departamento de Energía publicó recientemente un informe en el que considera las baterías de iones de litio como una cadena de suministro clave para la transición energética. El Gobierno del país aprobó durante el pasado mes de agosto una inversión de alrededor de 7 mil millones de euros para el desarrollo de la cadena de suministro de baterías, poniendo especial atención al cobalto y el litio.
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