, junto a Veolia, un líder en gestión optimizada de recursos, y Solvay, una compañía científica, han acordado la creación de un consorcio. La colaboración persigue implantar la economía circular de los metales de las baterías de vehículos eléctricos en Europa a través del reciclaje en circuito cerrado.
Ya existía, desde el año pasado, un consorcio entre Veolia y Solvay. Ahora, se une el grupo de automoción Renault. Cada uno aporta al consorcio su experiencia: Renault en economía circular y vida útil de las baterías; Solvay en extracción química de metales de las baterías, algo que lleva investigando desde hace tiempo: Veolia, en desmontaje y reciclaje de baterías de iones de litio mediante procedimientos hidrometalúrgicos.
La colaboración, afirman, supondrá una ventaja estratégica y una palanca de competitividad.
Para ellos, es un desafío estratégico el poder asegurar un acceso estable a materiales de baterías obtenidos de forma responsable. Sobre todo, si pensamos que se espera un gran incremento del número de vehículos eléctricos: desde los 10 millones de 2020 a 100 millones en 2030.
Objetivos del consorcio
Los tres socios pretenden constituir una fuente de suministro segura y sostenible para metales de baterías estratégicos, como el cobalto, el níquel y el litio. Esperan alcanzar esta meta aprovechando sus competencias respectivas en cada fase de la cadena de valor. Es decir, desde la recogida de baterías de VE al final de su vida útil hasta el desmontaje, la extracción de metales y su purificación.
Para ello, mejorarán los procedimientos mecánicos e hidrometalúrgicos actuales para el reciclaje de baterías. Antes, los metales estratégicos que se recuperaban sólo eran aptos para aplicaciones metalúrgicas. Ahora, gracias a la tecnología conjunta de Solvay y Veolia, se extraerán y transformarán en metales de alta pureza, listos para reutilizarse en baterías nuevas.
Igualmente, mediante este circuito cerrado, reducirán la huella ambiental de las futuras baterías de vehículos eléctricos.
Los tres socios trabajan ya activamente en la fase experimental. Se desarrollará gracias a la instalación de una planta piloto, a escala preindustrial, en Francia con capacidad para extraer y purificar los metales de las baterías en fin de vida.
Declaraciones de las compañías
Luca de Meo
, Director General de Renault, ha declarado:
“El Grupo Renault tiene una perspectiva global del ciclo de vida de las baterías: desde la reparación de baterías para prolongar su vida útil en el automóvil, pasando por el desarrollo de aplicaciones en una segunda vida para almacenar energía, hasta la puesta en marcha de un sistema para recoger y reciclar baterías. En este momento, nos sentimos orgullosos de reforzar nuestro compromiso medioambiental asociándonos con Veolia y Solvay.
Juntos, aprovecharemos nuestra sólida presencia en el conjunto de la cadena de valor del vehículo eléctrico en Europa. Con ello, tendremos una posición competitiva en el mercado de los materiales de baterías y generaremos valor más allá de nuestra actividad principal”.
Por su parte, Antoine Frérot, Director General de Veolia, ha explicado:
“Teniendo en cuenta la magnitud de los retos ambientales que el mundo afronta en la actualidad, la transformación ecológica es una necesidad urgente. Con el Grupo Renault uniéndose a Veolia y Solvay, damos un paso adelante hacia soluciones de circuito cerrado que preserven los recursos naturales. Es una manera de demostrar que cuando las empresas trabajan juntas, pueden idear e implantar nuevas soluciones que mejoren nuestro entorno y renueven nuestras economías”.
Ilham Kadri
, Director General de Solvay Group, ha añadido:
“Este consorcio es un gran ejemplo de asociación en la cadena de valor. Permite que la economía circular se haga realidad para los metales de las baterías. Estamos encantados con la incorporación del Grupo Renault al consorcio. Lo vemos como socio estratégico para cerrar el ciclo, aportando materias primas para reciclar y reinyectando los metales purificados en el ciclo de la batería. Este proyecto es una muestra de que predicamos con el ejemplo en el marco de nuestra hoja de ruta de sostenibilidad Solvay One Planet. Su propósito es, como mínimo, duplicar los ingresos generados en una economía circular en el horizonte 2030.”