Varias empresas de automoción y componentes, incluidos Volkswagen, Renault y Nokian Tyres, han pausado o sustituido su producción en Rusia. A la falta de suministros que vive el sector se unen ahora los problemas de producción de piezas que llegan de Ucrania. Además, según Reuters, los pronósticos de analistas del sector no auguran que la recuperación del mercado automotriz siga como hasta ahora.
Los fabricantes han informado problemas en las plantas de producción europeas, que se añaden a la escasez de suministros que ya tenían. Volkswagen Group anunció, hace un par de días, una pausa en la producción de dos de sus plantas alemanas de Dresden y Zwickau. Es una consecuencia directa del problema de producción de piezas en Ucrania.
Pero también es importante saber que hay varias marcas europeas y estadounidenses que tienen plantas de producción o de ensamblaje en Rusia. Entre ellas, el propio Grupo Volkswagen en Kaluga, al suroeste de Moscú. De hecho, Kaluga se ha convertido en un centro de producción de coches. Y las marcas más importantes tienen producción allí.
Los problemas pueden suponer un hándicap para algunos fabricantes. Como ejemplo, Renault, que ha dicho que suspendería algunas operaciones en sus plantas de ensamblaje durante esta semana. El grupo ha explicado que la escasez de piezas está por detrás. Aunque no ha dicho si el conflicto bélico afectaba directamente, sí ha indicado que el paso por las fronteras en camiones estaba retrasando la entrega.
Renault es uno de los grupos occidentales más expuestos. En Rusia, según indica Citibank y recoge Reuters, el fabricante obtiene el 8% de sus ganancias principales. La compañía AvtoVAZ, controlada por Renault, ha explicado que podría suspender algunas líneas de ensamblaje de su planta del centro de Rusia. Y, aunque no citó el conflicto bélico como principal causa de la parada de la planta, si argumentó esa paralización por la falta de componentes.
La crisis de Ucrania para otros fabricantes y empresas
Mientras, Nokian Tyres ha confirmado que traslada la producción de algunos productos clave de Rusia a Finlandia y Estados Unidos. En su caso, ha quedado claro que se preparan para posibles sanciones adicionales, consecuencia de la invasión.
Ford Motor tiene tres plantas de ensamblaje en Rusia a través de una empresa conjunta, Ford Sollers. Ford, en un comunicado, ha confirmado su gran preocupación por lo que está pasando, asegurando que se prepararía para tomar decisiones en tiempo real. También ha dicho que seguiría cualquier ley sobre sanciones comerciales. Sin embargo no ha querido hacer declaraciones sobre cómo se están viendo afectadas las plantas de producción.
También Aptiv, la empresa de componentes, decidió hace unos meses sustituir la producción de piezas de gran volumen en Ucrania por otras de menor volumen. Así, han conseguido gestionar un poco mejor los problemas de producción.
Igualmente, el proveedor japonés Sumitomo, que emplea a unas 6.000 personas en Ucrania para fabricar haces de cables, suspendió sus operaciones hace unos días. Está en conversaciones con sus clientes para que el suministro llegue desde otros lugares.
Asimismo, la mayor siderúrgica de Japón, Nippon Steel, ha dicho que aseguraría alternativas para las materias primas que compra a Rusia y Ucrania. La compañía compra el 14% de su mineral de hierro, que utiliza en la producción de acero, a estos países. El cambio de proveedores a Brasil y Australia tendría un impacto mínimo, aseguraron.
Por otra parte, Estados Unidos anunció hace unos días amplias restricciones a la exportación contra Rusia el jueves. Eso obstaculiza el acceso de Rusia a una larga lista de bienes, entre ellos, coches y componentes.
Otros países se van uniendo a las restricciones contra Rusia, como Corea del Sur, que acaba de prohibir la exportación de coches y ha anunciado otras sanciones.
De cara al futuro
La invasión va a tener consecuencias inevitables en el sector. El tremendo drama va a dejar en Ucrania secuelas trágicas. Pero va a saltar fronteras a todos los niveles y de cara a todos los sectores, de forma global.
Con respecto a la automoción, según un informe conjunto de los analistas JD Power y LMC Automotive, que recoge Reuters: la invasión rusa representa un grave riesgo para la recuperación de las ventas mundiales de vehículos este año. Dicho informe pronostica una reducción en las ventas de 400.000 unidades.
Y, más allá de la crisis provocada por los suministros, el precio del barril de petróleo y de otras materias primas tendrá una fuerte influencia. Pero hasta las empresas relacionadas con el petróleo están cercando la economía rusa. Entre ellas, bp, que acaba de anunciar que se deshace de su participación del 19,75% en la petrolera estatal rusa Rosneft.
Jeff Schuster, presidente de Operaciones en Américas y Pronósticos de Vehículos Globales de LMC Automotive lo indicaba claramente: la oferta y los precios de vehículos en todo el mundo estarán bajo una presión adicional en función de la gravedad y la duración del conflicto en Ucrania.
Recordemos que el ataque ya ha conseguido que los precios del barril de petróleo alcancen los 105 dólares.
Según Thomas King, presidente de la división de datos y análisis de JD Power:
“Las continuas interrupciones de la cadena de suministro, junto con los anuncios a corto plazo de interrupciones de la producción por parte de varios fabricantes, significan que es poco probable que la situación de las existencias totales cambie en marzo”.
FUENTES: Reuters. Automotive News Europe.