Con CATL dominando más de un tercio del mercado global de baterías de vehículos eléctricos, China se ha convertido en el primer fabricante mundial de este componente imprescindible.
Ahora, la compañía, y uno de sus principales competidores, BYD, se han propuesto el objetivo de producir una nueva generación de baterías que sean capaces de cargar en tiempos récord, lo que eliminaría por completo la ansiedad por autonomía de los usuarios del vehículo eléctrico.
Las baterías que veremos en los próximos años
Algunos de los proveedores de soluciones de carga más notorios de Europa están centrando sus esfuerzos en cargadores con potencia superior a los 100 kW. Sin embargo, se plantea un problema: aunque sean capaces de cargar a gran potencia, de nada servirá si las baterías que integran estos vehículos no la soportan. Por ello, se hace necesario la aparición de baterías más ligeras y de mayor capacidad y, por supuesto, China lo sabe.
No hace ni un mes, CATL presentaba una batería de carga rápida de fosfato de hierro y litio (LFP) capaz de hacer recorrer a un coche eléctrico 400 km con tan solo una carga de 10 minutos. La batería 4C, en la que la C indica el tiempo necesario para una carga completa, será mucho más barata de fabricar que sus homólogas de níquel, cobalto y manganeso (NCM), actualmente utilizadas en los vehículos eléctricos con grandes autonomías.
Las baterías de LFP son una variante de las baterías de litio convencional en la que se sustituye el material del polo positivo (suele ser un cátodo con aleación de litio y cobalto) por láminas de fosfato de hierro. Tesla ya las utilizar en su Model 3, y Ford ya ha anunciado que las integrará próximamente. Además, los avances no se quedan ahí, ya que CATL ya ha confirmado que una nueva batería 5C estará equipada en el Li Mega, el último modelo del fabricante chino Li Auto, que logrará 500 km de autonomía con tan solo 12 minutos de carga.
Con estos avances, el mercado chino se enfoca a vender coches con autonomías de entre 400 y 500 kilómetros, más baratos que aquellos que alcanzan rangos de entre 700 y 900 kilómetros y con baterías que sean capaces de recargarse en pocos minutos.
Atento si tienes estos coches eléctricos, sus baterías se degradan más rápido que las demás
El futuro pasa por las baterías en estado sólido
Otro de los campos que se presenta como el futuro en la movilidad eléctrica es el de las baterías en estado sólido.
La principal ventaja de las baterías en estado sólido es que son capaces de almacenar más energía haciendo uso de una cantidad mucho menor de materiales. Por ello, este tipo de baterías hace posible reducir en un 24% la huella de carbono de la batería de cualquier vehículo eléctrico.
Además, este tipo de baterías podrían costar menos que las baterías actuales, un hecho determinante para hacer que los coches eléctricos sean más baratos. Según BloombergNEF, una vez se produzcan a gran escala, las baterías en estado sólido podrían costar un 40% que las baterías de iones de litio utilizadas actualmente.
También en este ámbito, China lleva la delantera a Occidente. Durante el pasado mes de abril, CATL presentaba una batería con una densidad de energía de hasta 500 Wh/kg con la vista puesta en la electrificación del transporte marítimo, terrestre y aéreo. Además, la compañía confirmaba que tiene el potencial para poder comenzar la producción en masa de esta nueva batería en muy poco tiempo.
La nueva batería podría suponer un gran hito para el aumento de las autonomías de los vehículos eléctricos, ya que duplica la densidad energética de las baterías de iones de litio actuales. A día de hoy, las baterías con mayor densidad energética alcanzan una media de 200 Wh/kg.
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