El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha fijado un máximo para las emisiones de dióxido de carbono (CO2) permitidas para los vehículos eléctricos. La cantidad se fija en relación con la electricidad consumida
Cuando hablamos de emisiones contaminantes de los vehículos en circulación nos referimos a varios tipos de partículas dañinas para el medio ambiente y la salud de las personas, las más relevantes son: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos no quemados (HC) y dióxido de carbono (CO2).
A priori, el CO2 no es perjudicial, siempre y cuando se encuentre en concentraciones bajas. Es más, este elemento es imprescindible para la fotosíntesis de las plantas y para mantener la temperatura del Planeta. El problema llega cuando la cantidad de dióxido de carbono acumulada es excesiva. En este caso se produce lo que se conoce como efecto invernadero, principal culpable del incremento de la temperatura global y ciertos desequilibrios del ciclo natural.
¿Un coche eléctrico contamina?
Estamos acostumbrados a hacer referencia a los vehículos eléctricos como cero emisiones. Así los cataloga la Dirección General de Tráfico (DGT) ya que los eléctricos puros y los híbridos enchufables cuando circulan en modo eléctrico carecen de emisiones.
Se suceden entonces dos preguntas: la primera, ¿contamina un coche eléctrico? Y, la segunda, ya que la respuesta a la primera es no: ¿por qué regular entonces sus emisiones de CO2?
Lo que de verdad contaminan los coches eléctricos más vendidos en España
Un coche eléctrico no contamina mientras circula pero sí durante el proceso de producción, especialmente durante la fabricación de las baterías.
Según un informe reciente del Instituto de Investigación Económica IFO, la obtención del litio, el cobalto y el manganeso utilizados para las baterías requieren un alto consumo de energía. El estudio incluye un ejemplo que dicen es real: fabricar una batería para un Tesla Model 3 genera de 11 a 15 toneladas de CO2; con una vida útil de 10 años y un kilometraje anual de 15.000 kilómetros, esto significaría de 73 a 98 gramos de CO2 por kilómetro.
Para calcular las emisiones de CO2 de un coche eléctrico a lo largo de su vida útil habría que sumar también las que se producen durante el proceso de carga, es decir, para la generación de la electricidad salvo que esta proceda de fuentes renovables como el sol o el aire.
Que nadie se alarme. Otros informes señalan que las emisiones de CO2 de los vehículos eléctricos a lo largo de todos los años de uso es casi un 80% inferior a las de un gasolina.
Límite de CO2 para los coches eléctricos
El MITECO ha establecido en 82 gramos de dióxido de carbono (CO2) equivalentes por megajulio (gCO2eq/MJ) el valor medio de las emisiones de los vehículos eléctricos (incluidas motocicletas) en relación con la electricidad consumida.
La Secretaría de Estado de Energía fija, de esta forma, los valores medios nacionales de la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero durante el ciclo de vida en relación con la electricidad consumida por motocicletas y vehículos eléctricos, tal y como determina el Real Decreto 235/2018, de 27 de abril.
Para fijar esta cantidad se han tenido en cuenta los datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, que apuntan que la intensidad media de las emisiones de carbono procedentes de la electricidad consumida a baja tensión para España en 2015 fue de 402 gCO2eq/kWh.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe