España cierra 2020 en las últimas posiciones europeas, según el Barómetro de electromovilidad de ANFAC del cuarto trimestre de 2020. El índice de valoración se sitúa en 18,6 puntos sobre 100 en ese periodo, frente a los 39,9 puntos de la media europea. El crecimiento español de la electromovilidad viene motivado casi en exclusiva por la compra de vehículos electrificados y apenas nada por la instalación de puntos de recarga.
Este barómetro es un índice (con base 100) que valora el nivel de cumplimiento de los territorios de diferentes objetivos tales como: alcanzar un 10% de cuota de mercado de vehículo electrificado; conseguir un 70% de penetración de vehículo puro respecto de vehículo electrificado; el volumen necesario de puntos de recarga para lograr este objetivo, es decir, 3,3 puntos por cada 1.000 personas en edad motorizable; y de 1 punto de recarga rápida o superrápida por cada 1.000 personas en edad motorizable. Con estos elementos, se realiza una valoración, siendo el nivel o valor 100, el total cumplimiento de estos objetivos.
Mayor penetración del vehículo electrificado
Durante el cuarto trimestre, España alcanzó una nueva posición en el ranking europeo, hasta situarse por delante de Italia, Hungría y República Checa. El crecimiento fue de 9,2 puntos y la valoración, de 31,6 puntos, en el indicador de penetración del vehículo electrificado.
La causa de este crecimiento radica en el esfuerzo comercial de las marcas y el estímulo de la demanda con el Plan MOVES. Eso, a pesar de que el MOVES ha tenido un resultado muy desigual en las diferentes CCAA. Las ventas de electrificados, durante el último trimestre de 2020, llegaron a 20.968 unidades, cuadriplicando las ventas respecto al mismo periodo del año anterior.
A pesar de esto, España se sitúa todavía lejos de la media europea. Su crecimiento ha rondado los 20 puntos, situándose en una valoración de 64,5 puntos sobre 100.
Los 31,6 puntos de España posicionan de nuevo al país a la cola del ranking europeo. España mantiene un ritmo de desarrollo similar a los países de la zona baja del ranking.
Además, está lejos de países líderes en electrificación de sus vehículos, como Alemania, que aumenta más de 30 puntos, o Portugal que crece 15 puntos. Estos países han cumplido en el último año más del 50% de los objetivos evaluados por el Barómetro. Y muestran cómo la apuesta decidida por el mercado eléctrico tiene resultados. La conclusión del Barómetro es que resulta imperativo potenciar este mercado de cara a los consumidores nacionales.
Electromovilidad por Comunidades Autónomas
En el contexto nacional, todas las comunidades autónomas han tenido un notable crecimiento en el indicador de penetración de vehículo electrificado respecto al periodo anterior.
Durante el cuarto trimestre de 2020, las ventas de vehículos eléctricos puros han aumentado un 183% y la de híbridos enchufables un 394%.
Destaca el crecimiento de casi 15 puntos de la Comunidad de Madrid, hasta alcanzar una valoración de 45,8 puntos sobre 100. La Comunidad se coloca en primera posición del ranking nacional. Por detrás, y superando la media española: Castilla-La Mancha, Cantabria, Islas Baleares, Asturias y Cataluña.
El problema de la infraestructura
En la valoración sobre el avance de la electromovilidad en España, la infraestructura pública sigue siendo un problema. Sólo ha crecido una décima en el cuarto trimestre de 2020, alcanzando una valoración global de 5,6 puntos sobre 100. Esta puntuación nos sitúa, con respecto a infraestructura, en el penúltimo puesto del ranking europeo, por delante de Hungría.
El muy lento desarrollo de infraestructuras de recarga coloca a España 10 puntos por debajo de la media europea. La media continental ya se coloca en una valoración de 15,3 puntos sobre 100.
A excepción de Italia y Reino Unido, el resto de los países han logrado crecer al menos un punto. Especialmente destacables son los casos de Noruega y Países Bajos, toda una referencia para Europa.
En el ámbito nacional, sólo Cataluña ha aumentado su valoración siete décimas hasta alcanzar un total de 12,3 puntos sobre 100. Junto a Baleares, con 11,6 puntos, son las dos únicas regiones que se sitúan cerca a la media europea.
En el último trimestre, la evolución de los puntos de recarga de acceso público en España ha sido muy lenta, alcanzando los 8.545 puntos. Una cifra muy escasa para el ritmo de desarrollo de electromovilidad que debería tener nuestro país.
Adicionalmente, desde el punto de vista cualitativo, el Barómetro destaca que más del 90% de la infraestructura de recarga de acceso público tiene potencias iguales o inferiores a 22 kW. Sólo el 0,8% de los puntos de recarga de acceso público interurbanos presentan potencias por encima de los 250 kW.
Estos datos ponen de manifiesto las dificultades de uso relacionadas no sólo con la disponibilidad de infraestructura sino en relación con los tiempos de recarga asociados.
Peticiones de ANFAC
ANFAC reclama medidas para alcanzar el objetivo del PNIEC para 2030: 5 millones de vehículos electrificados. El apoyo público debe ser firme para acelerar la transición al vehículo electrificado. La patronal señala que: “disponer de más recursos europeos es una condición necesaria, pero no es suficiente, pues quedan barreras regulatorias por derribar”, según José López-Tafall, director general de ANFAC.