Apenas faltan 12 años para la fecha tope en la que en la Unión Europea se podrán matricular turismos y furgonetas con motores de combustión interna. En todo proceso de combustión siempre se libera CO2, por lo que cualquier tecnología que emita dióxido de carbono pasará a estar prohibida el 1 de enero de 2035. Los coches eléctricos tendrán prioridad total.
El objetivo es mandar un mensaje a los fabricantes: los europeos quieren conducir coches eléctricos o sin emisiones a partir de 2035, u otras tecnologías que no contribuyan al calentamiento global. Por lo tanto, los coches y furgonetas que funcionen con hidrógeno, ya sea con pila de combustible o con motores de combustión, se podrán matricular sin problema. La combustión del hidrógeno, por química elemental, produce vapor de agua (H2O), no CO2.
Por otra parte, está la puerta abierta a la comercialización de vehículos de combustión interna que funcionen exclusivamente con combustibles sintéticos de emisiones netas cero (producidos con energías renovables), si bien eso afectará a una minoría de vehículos y no al grueso del mercado. La producción de estos combustibles a gran escala y de forma económica no se ha resuelto.
Sin embargo, hay dos excepciones. Los fabricantes de producción reducida, 1.000 a 20.000 coches al año, o 1.000 a 10.000 furgonetas al año, tendrán un año más para cumplir esta norma, y los que produzcan menos de 1.000 unidades estarán exentos. Eso sí, menos de 1.000 unidades al año significa exótico, lujoso, o las dos cosas, y obviamente precios muy elevados.
Prohibida la fabricación, se seguirán vendiendo unidades en stock
A partir de 2035 no se podrán matricular nuevos turismos ni furgonetas que emitan CO2, pero sí se podrán vender todos aquellos que ya hayan tenido una primera fecha de matriculación, en teoría. Y decimos en teoría porque lo más probable es que el 31 de diciembre de 2034 ya no queden en concesionarios unidades nuevas con motor de combustión. El desarrollo de motores de bajas emisiones reales es cada vez más caro, y por tanto, menos interesante para el consumidor a la hora de comprar.
¿Qué pasa con los coches de segunda mano?
Se podrán seguir vendiendo sin problemas, ya sea entre profesionales o entre particulares, porque fueron matriculados con anterioridad al 1 de enero de 2035. En otras palabras, la prohibición NO afectará a los vehículos que ya estaban en circulación antes de esa fecha. Eso sí, en función de las políticas locales, su circulación podrá haber sido limitada o prohibida en determinadas zonas urbanas.
¿Los híbridos enchufables también estarán prohibidos?
Sí, dado que tienen motores de combustión interna que emiten CO2, aunque sea poco. Muy seguramente, a finales de 2034 ya no haya apenas híbridos enchufables a la venta, ya que a partir de 2030 los fabricantes tendrán muchos menos incentivos para seguir vendiéndolos. Además, según aumenten las potencias de recarga y las autonomías de los coches eléctricos, su utilidad y economia será cada vez menos interesante también para los compradores.
¿Qué significará la norma para los coches eléctricos?
Básicamente, que los fabricantes remarán en la misma dirección y fabricarán cada vez más coches eléctricos. Esto producirá un efecto dominó, por el cual habrá cada vez más vehículos usados a un precio más bajo, por lo que su adopción será cada vez más fácil por parte del gran público. Por otra parte, habrá más oferta comercial y más competencia, por lo que los precios de los nuevos eléctricos deberían democratizarse también.