BMW ha firmado sendos acuerdos, con dos compañías locales bávaras, para que suministren energía hidroeléctrica a sus plantas de Dingolfing y Múnich. Así se podrán fabricar los BMW iX y BMW i4 con energía verde. Actualmente, el Grupo BMW ya abastece sus instalaciones de producción a nivel global con electricidad verde. Un paso para alcanzar el objetivo de una producción sin emisiones para el grupo.
El agua para las plantas procede de dos afluentes del Danubio, los ríos Isar y Lech, en la región alemana de Baviera. Según ha explicado Milan Nedeljković, miembro del Consejo de Producción:
“En BMW Group hemos adoptado una visión global, en la que la sostenibilidad está integrada en toda la cadena de valor. Por eso, en lugar de limitarnos a minimizar las emisiones derivadas de la conducción, trabajamos también para reducir de forma significativa la huella de carbono de nuestros procesos de producción.
La novedad es que, en el futuro, nos abasteceremos de electricidad renovable directamente de proveedores locales situados cerca de nuestras plantas”.
Fabricación de los BMW iX y BMW i4
La electricidad verde necesaria para la producción del BMW iX procederá de las centrales hidroeléctricas de Isar Uppenborn, entre Moosburg y Landshut. Mientras, la producción del BMW i4 se realizará con energía limpia proveniente de las centrales hidroeléctricas de Lech en Gersthofen y Rain.
La energía que suministran también se utiliza para fabricar la gama de componentes para los eléctricos BMW iX y BMW i4 en otras plantas BMW: Landshut, Dingolfing y Berlín.
Al respecto, subraya Nedeljković:
“Nuestros contratos de suministro directo suponen otro gran impulso a las credenciales ecológicas de la electricidad verde que utilizamos en la producción”.
Getting to Zero
En esa línea, informábamos hace un tiempo que BMW se había unido a la coalición “Getting to Zero”. Forma parte de la estrategia de reducción de emisiones en toda la cadena de valor que persigue el grupo. Y entonces avisábamos:
“Con datos en la mano, BMW ha conseguido reducir el consumo de recursos y emisiones por vehículo producido en más del 50% desde 2006”.
Hace un mes, también BMW anunciaba el uso de aluminio producido con energía solar en la planta de Landshut. Un paso para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones de CO2 del grupo, en un 20%, para 2030.
El aluminio producido con energía solar se procesa en la fundición de metales ligeros de Landshut para fabricar componentes de carrocería y propulsión. Incluyen los necesarios para los trenes eléctricos, por ejemplo.
El suministro de 43.000 toneladas de aluminio solar, valorado en tres millones de euros, cubrirá casi la mitad de las necesidades anuales de la fundición de metales ligeros de la planta de Landshut.
Asimismo, comentábamos en diciembre que el grupo había encargado a dos universidades estadounidenses un análisis científico. Querían conocer el consumo de agua en el proceso de extracción de litio. El objetivo de este informe es hallar formas más sostenibles de conseguir este material, imprescindible para la producción de las baterías de vehículos eléctricos.
Energía renovable para BMW
BMW va aumentando poco a poco su cuota de electricidad renovable, o neutra en carbono, que se genera desde la propia empresa. La compañía recuerda que desde 2013, y como ejemplo, cuatro aerogeneradores en la planta de Leipzig proporcionan la energía para producir el BMW i3. Asimismo, es el caso de la planta de San Luis de Potosí (México), que se alimenta de la energía procedente de grandes paneles solares.
Los objetivos energéticos que se ha fijado el Grupo BMW están pensados a largo plazo. Entre 2006 y 2019, las emisiones de la producción se redujeron en más de un 70% por vehículo. En el futuro, explica Nedeljković:
“Queremos reducir las emisiones de CO2 en otro 80 por ciento para 2030, para ser menos del 10 por ciento de lo que eran en 2006”.
Además de abastecerse de energía 100% verde, desde 2020 el Grupo BMW ha invertido constantemente en la mejora de la eficiencia energética aprovechando la digitalización. El análisis de datos ya ha contribuido a hacer más eficiente la producción, por ejemplo: con el mantenimiento predictivo de las máquinas; y minimizando el número de piezas rechazadas en el taller.