“El limpiaparabrisas es lo que más me preocupa”, ha comentado en alguna ocasión el CEO de Tesla. Expertos de Carglass explican por qué el limpiaparabrisas del Tesla Cybertruck es uno de los mayores quebraderos de cabeza de Elon Musk con respecto a la pick-up eléctrica.
Uno de los aspectos que más llamó la atención durante la presentación del Tesla Cybertruck fue su superficie acristalada. El parabrisas que se une al techo panorámico es uno de los más grandes de cuantos se conocen hasta el momento en la industria automovilística.
Esto supone todo un reto para los ingenieros encargados de desarrollar un elemento tan importante como es el limpiaparabrisas.
“El enorme tamaño del parabrisas y su diseño completamente enrasado con la carrocería son un reto para el diseño de un limpiaparabrisas eficaz”, explican los expertos de Carglass.
Los problemas que plantea el parabrisas del Tesla Cybertruck
Como el cristal está enrasado con el capó, los brazos de los limpias no pueden situarse en el hueco que suele quedar entre ambos, la posición habitual en la inmensa mayoría de los automóviles.
La solución encontrada hasta ahora ha sido montar un gigantesco brazo en uno de los laterales del parabrisas, que al estar también enrasado con el montante, queda “al aire”.
“Además de ser un elemento añadido que estropea el diseño del conjunto, el enorme limpiaparabrisas tiene otros inconvenientes”, apuntan desde la empresa de lunas.
Por un lado, afecta negativamente a la aerodinámica del conjunto, lo que repercute en los consumos y la autonomía de este modelo eléctrico. Por otro lado, un brazo tan grande requiere un motor potente y pesado, y es más susceptible a sufrir fallos con el paso del tiempo. Pero lo más importante es que este limpiaparabrisas va a barrer menos superficie del cristal en cada pasada, dejando desatendida la zona superior derecha del parabrisas.
Tesla y sus patentes de limpiaparabrisas: láser y electromagnético
quiere montar enormes parabrisas en sus modelos y la marca está desarrollando tecnologías relacionadas para poder conseguirlo.
El Tesla Model X equipa el parabrisas de automóvil más grande del mundo. Mide nada menos que tres metros cuadrados de superficie y “ofrece una experiencia de conducción similar a la que se experimenta en la cabina de un helicóptero”, según Elon Musk.
Para evitar los deslumbramientos por el sol, se ha desarrollado un tintado inteligente sin elementos metálicos para mejorar la conectividad del coche. A la marca le gustaría montar las cámaras de los sistemas ADAS mucho más arriba para despejar aún más la visión del conductor. Pero hay un problema: los limpiaparabrisas no llegan a limpiar esa zona, algo vital para el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad.
Para solucionar estos retos, Tesla está trabajando en diversas patentes de nuevos y revolucionarios sistemas de limpiaparabrisas.
Uno de ellos es un mecanismo electromagnético, en el que el brazo del limpia se desliza transversalmente a lo largo de todo el parabrisas por unos carriles. Este mecanismo se esconde bajo el capó cuando no está en funcionamiento.
De esta forma, se puede cubrir toda la superficie del parabrisas e instalar las cámaras de los sistemas ADAS más arriba. Además, se reduce significativamente la fricción y se mejora la aerodinámica, lo que repercute en los consumos; y se eliminan mecanismos susceptibles de sufrir corrosión con el paso del tiempo.
Otra patente es un sistema para limpiar superficies de cristal que funciona con rayos láser. Esta tecnología podría ser empleada para sustituir a los limpiaparabrisas convencionales, además de para limpiar las ópticas de las cámaras que equipan los coches (como las de los sistemas ADAS), así como para los paneles solares que montarán en el futuro.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe