La segunda reunión de la Mesa de Automoción ha tenido lugar hoy en Zaragoza con la presencia de los representantes de las Comunidades Autónomas, así como de toda la cadena de valor del sector del automóvil.
La reunión ha sido presidida por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y a la que han asistido el presidente de Aragón, Javier Lambán, el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, y la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.
La ministra ha anunciado durante su intervención que el Gobierno quiere movilizar cerca de 10.000 millones de euros hasta 2023 con motivo del nuevo mecanismo “Next Generation UE” y con el objetivo de reactivar el sector de la automoción. La cantidad destinada a este sector es un 14% del total del presupuesto comunitario.
La ministra ha destacado que “la prioridad del Gobierno es desarrollar un ecosistema de movilidad sostenible, inteligente, segura y conectada, reforzando la industria automovilística española, y apoyar su descarbonización, conectividad, 5G, infraestructura de recarga y vehiculos alternativos, con el objetivo de que sea una palanca para la recuperación económica y social en los próximos años”.
Del mismo modo, Maroto ha hecho hincapié en que “la Mesa de la Automoción es fundamental para mantener un diálogo abierto y fluido con los principales actores del sector de automoción. Debemos entre todos definir proyectos tractores que nos permitan reforzar la competitividad de la industria automovilística española y afrontar el doble desafío de la transición digital y ecológica generando riqueza y empleo y contribuyendo a la cohesión social y territorial”.
¿Cómo reactivar el sector del automóvil?
Serán varios los proyectos tractores que se pondrán en marcha con los fondos europeos. En primer lugar, el Plan de choque de movilidad sostenible, segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos con un presupuesto de más de 6.000 millones de euros. Este plan incluye el establecimiento de zonas de bajas emisiones; el despliegue masivo de infraestructura de recarga como clave para el impulso del vehículo eléctrico, con el efecto tractor que supone sobre la industria de los bienes de equipo; el desarrollo de nuevos modelos de negocio y la modernización del parque público con vehículos limpios.
Del mismo modo, la Hoja de Ruta del Hidrógeno renovable va a conseguir movilizar más de 1.500 millones de euros, siendo este gas una de los vectores clave en la reactivación económica ligada a la transición energética.
Por último, más de 1.200 millones de euros servirán para ofrecer una una línea de apoyo a proyectos estratégicos para la transición industrial. Uno de los objetivos de esta medida es impulsar la modernización del ecosistema nacional de la industria de automoción, mediante la digitalización, el impulso de la conectividad y 5G y la mejora de la eficiencia energética de la cadena de valor.
Reacción del sector automovilístico
Desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo y el Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE) consideran positivo que se haya reactivado la mesa con la participación de diversidad de agentes para avanzar en el objetivo industrial de una Automoción adaptada a los requerimientos y necesidades que vienen.
Por ejemplo, en el ámbito de las infraestructuras de recarga, que es algo que se pretende potenciar, han pedido que se trabaje para derribar las barreras que ahora mismo ralentizan su desarrollo y que son principalmente burocráticas con las diferentes administraciones implicadas,
Por último, desde AEDIVE también piden que se convoquen los grupos de trabajo anunciados por Industria para avanzar en todo el trabajo que queda por hacer.
Por otra parte, las asociaciones de fabricantes de automóviles (ANFAC) y de componentes (SERNAUTO), y las de distribución y comercialización de vehículos, (FACONAUTO y GANVAM), valoran positivamente que se priorice al sector a la hora de asignar y pedir los fondos europeos y ofrecen su colaboración para trabajar en un modelo constructivo para la industria.
El conjunto de la cadena de valor afirma que el Plan de Impulso es positivo para el sector, en el sentido de incluir medidas a corto plazo, para fomentar en su recuperación y a medio y largo plazo, para progresar en la transformación del sector hacia la industria de la movilidad del futuro. Lo que resulta ahora muy necesario es definir un “modelo constructivo, proactivo y consensuado con el sector, en el que se alcanzarán los objetivos de descarbonización y digitalización del parque planteados con Europa pero manteniendo la industria, el empleo de calidad y el tamaño del mercado, con una transición inclusiva que permita la transformación del tejido actual con los menores impactos negativos posibles”, señalaron desde las asociaciones. “Todos apostamos por una transición ordenada hacia los vehículos cero emisiones y una movilidad descarbonizada, ese es el compromiso y estamos convencidos de que lo vamos a conseguir”.
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