La división de vehículos comerciales ligeros de Mercedes-Benz tiene establecida una hoja de ruta para toda la década. En 2026 calculan que el 20% de sus ventas corresponderán a versiones eléctricas, y el 50% en 2030. Eso significa que las furgonetas diésel no van a desaparecer a corto plazo. Los nuevos lanzamientos en tamaño mediano y grande se basarán en la plataforma VAN. EA.
Esta plataforma será modular y escalable. Lo primero significa que está dividida en tres módulos: frontal, central y trasero, y lo segundo que se puede adaptar a diferentes tamaños de furgonetas (VAN. EA-C) o monovolumen de gama alta (VAN. EA-P). Para la parte baja del mercado, que es hoy día Citan, Clase T y EQT, estará ligado de momento a lo que haga Renault al respecto -son socios desde hace años-.
Mercedes-Benz busca unificar en la medida de lo posible las furgonetas medianas y grandes para ahorrar costes, referencias y, en la medida de lo posible, simplificar desarrollo, producción, etc. El módulo delantero será común a todas las furgonetas VAN. EA e incluirán motor eléctrico, transmisión, unidad de control de potencia, etc. Será denominador común en cualquier modelo (hoy día Vito, Sprinter, Clase V y EQV).
En segundo lugar tenemos el módulo central, que determina la longitud total del vehículo. Habrá contenedores estándar para encajar en las distintas longitudes de ejes, por lo que se puede adaptar a diferentes tamaños de batería. No todos los clientes tienen las mismas necesidades, así que para el mismo modelo puede haber versiones de autonomía estándar y extendida, de hasta 500 km.
Por último, está el módulo trasero, que puede o no tener un motor eléctrico. Las versiones de tracción delantera tendrán el eje libre, las de tracción total tendrán e segundo motor. Este módulo viene condicionado por el voladizo trasero, es decir, la distancia del eje al final del vehículo, por lo que habrá diferentes longitudes de este módulo, a diferencia del delantero.
Con estos, cambios, Mercedes-Benz calcula que podrá reducir las variantes de la gama a la mitad, pero dando servicio a las mismas necesidades que hoy día. VAN. EA permitirá no solo las furgonetas cerradas y de tipo turismo, también será apta para necesidades especiales como ambulancias, compartimentos isotermo, plataformas elevadoras, e incluso modelos recreativos (camper) como las actuales Marco Polo.
Cuando estos vehículos se lancen al mercado, contarán con capacidad de conducción semiautónoma de Nivel 2. En el caso de los turismos, tendrán al final de la década el Nivel 3, que actualmente permite a Clase S y EQS la conducción automática hasta 64 km/h en vías determinadas -es lo que permite la legislación-. En cuanto a las comerciales eléctricas, a finales de la década podrán operar sin conductor gracias al Nivel 4, que requiere un operador remoto para situaciones concretas.
Estas furgonetas se fabricarán en Polonia, Alemania y España, y llegarán a los mercados estadounidense y chino.