Hemos probado los dos coches eléctricos con más ADN urbano del momento: el Fiat 500e y el Mini eléctrico. Ambos nos han conquistado por muchas virtudes entre las que no está la practicidad, pero, ¿quién dijo que siempre hay que ser prácticos en esta vida?
Enfrentamos hoy a dos caprichos de ciudad. Dicho lo de caprichos con mayúsculas y subrayado, porque comprar un coche que cuesta más de 30.000 euros, en el que solo pueden viajar cuatro personas y con espacio en el maletero tan justo que apenas cabe la compra de la semana, tiene muchas justificaciones pero ninguna de ellas relacionada con la practicidad. Pero, ¿quién dijo que siempre hay que ser prácticos en esta vida?
Fiat 500e
El Fiat 500 eléctrico mide poco más de 3,5 metros de largo lo que, de verdad, permite aparcarlo en esos sitios que para otros muchos cosas son imposibles. El ancho es de 1,69 metros y de alto no llega al metro y medio. En el maletero se pueden transportar 185 litros de carga.
El italiano está a la venta en dos opciones mecánicas. La de acceso a la gama equipa un motor de 70 kW (95 CV) que se alimenta de una batería de 23,7 kWh, esta configuración le permite recorrer 180 km con cada recarga. Por encima se posiciona el motor de 87 kW (118 CV), batería de 42 kWh y 320 km de autonomía oficial.
Al volante del Fiat 500e
Hemos conducido el Fiat 500e con la mecánica más potentes y nuestra experiencia ha sido realmente buena. Dejamos a un lado que no es una opción para familias de más de cuatro miembros y que
Pero su comportamiento es realmente divertido al mismo tiempo que eficaz. Amén de que debo decir que es uno de los coches más fáciles de conducir de cuantos he probado hasta el momento. Mención especial en este apartado al selector de marchas: cuatro botones de buen tamaño colocados en el centro del salpicadero; y al sistema de apertura interior de las puertas, con un sencillo botón (también hay tiradores algo escondidos en los espacios portaobjetos laterales).
El conductor recibe la información que necesita a través de una pantalla táctil de siete pulgadas, mientras que el sistema de infoentretenimiento UConnect se maneja desde una segunda pantalla, esta de 10,25 pulgadas. El volante es multifunción y entre las muchas tareas que permite realizar me parece especialmente práctica la posibilidad de mutear el sistema de audio desde dos botones ubicados en la parte trasera.
Tres modos de conducción
Para optimizar cada recarga el Fiat 500e permite elegir tres modos de conducción: Normal, Range y Sherpa. Esta última reduce la velocidad máxima a 80 km/h y suprime todas las funciones que pueden consumir energía para maximizar el uso de la batería; en marcha se aprecia un fuerte cambio en el tacto de la dirección y sobre todo los pedales hasta el punto de que se puede circular utilizando casi exclusivamente el acelerador.
Además, si la capacidad de la batería baja de 24 km se activa el Turttle Mode (Modo Tortuga) para asegurar que nos dará tiempo a llegar a un punto de recarga.
Al volante del Fiat 500 eléctrico lo más destacado es su agilidad. La percepción al conducir es que se trata de un coche muy ligero (pesa 1.330 kilos) sin que esto sea negativo o se traduzca en respuestas imprecisas o impredecibles, sino todo lo contrario.
Mini eléctrico
Por dimensiones el Mini es algo más grande que el Fiat lo que se aprecia más que en el largo (3,85 metros) en el ancho (1,72 metros) y la distancia entre ejes (2.495 mm frente a 2.320 mm) que le concede mayor habitabilidad. El espacio de carga para este coche eléctrico es 210 litros, justo para cuatro bolsas de compra; eso sí, ampliables a 730 litros con los asientos traseros abatidos.
Solo hay una opción mecánica a la venta: un motor de 184 CV que funciona en combinación con una batería de iones de litio de 32,6 kWh (28,9 kWh útiles).
Teóricamente puede recorrer hasta 233 km con cada recarga pero en nuestra prueba hemos comprobado que no pasa de 180 km y eso que su consumo es realmente bajo (lo veremos con más detalle).
El Mini eléctrico es un Mini se mire por dónde se mire. A nivel estético hay pocas diferencia, ni fuera, más allá de la parrilla cerrada, las llantas específicas y la altura al suelo que sube 18 mm para proteger las baterías. Menos dentro, donde los botones son los típicos de aviación de la marca, incluidos los que permiten elegir el modo de conducción y activar y desactivar la recuperación de energía.
Cuenta con dos pantallas digitales, la situada detrás del volante reparte la información en tres grandes bloques: potenciómetro, velocímetro y nivel de carga de la batería. La central, de 6,5 pulgadas, conquista por su aspecto retro (es redonda y no rectangular como la mayoría); a destacar, además, que todas las funciones del sistema de infoentretenimiento se manejan también a través del mando iDrive, que resulta bastante más intuitivo.
Lo mejor del Mini eléctrico, su consumo
Si la autonomía del Mini eléctrico es uno de sus puntos débiles, el consumo lo es de los fuertes. Hemos realizado recorridos urbanos con un gasto de menos de 12 kWh y solo cuando le exiges que llegue a la velocidad máxima permitida en autovías y autopistas el consumo se eleva hasta lo 20 kWh/100 km.
Tres son los modos de conducción (Green, Green + y Sport) para este coche eléctrico y dos los niveles de recuperación de energía. La combinación más eficiente es el modo Green (el Green + es personalizable) con la recuperación de autonomía activada.
En resumen…
- En habilitabilidad interior ambos son espaciosos para conductor y copiloto, pero los ocupantes de los asientos traseros viajan más cómodos en el Mini. También cabe algo más de carga en el maletero del alemán, aunque sin que la diferencia sea muy notable
- En comportamiento ambos son prácticamente impecables aunque el alemán ofrece algo más aplomo, especialmente cuando se trata de afrontar carreteras viradas
- En recorridos urbanos, por el contrario, se agradece el mayor dinamismo del italiano que, además, tiene un radio de giro algo mayor y un tamaño un poco más contenido que se nota a la hora de encontrar plaza de aparcamiento
- Si en autonomía gana el Fiat 500e, en consumo es el Mini eléctrico el triunfador absoluto de esta comparativa
- En cuanto a precios, el Fiat 500e está a la venta por poco más de 30.000 euros que, con ayudas del Plan Moves III lo convierten en uno de los coches eléctricos más baratos del momento. El Mini eléctrico tiene un precio de partida de 36.500 euros, pero también está más y mejor equipado
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
El motor del mini tiene 184 cv creo y no los que citáis
Cierto! Hay un error en ese dato que ya hemos subsanado. Muchas gracias por el aviso!