La Federación Internacional del Automóvil (FIA) se encarga de establecer las normas y reglas que han de cumplir los corredores y sus coches en distintas competiciones. Recientemente, el organismo internacional ha aprobado un paquete de reglas para coches eléctricos: ESV o Electric Sport Vehicle. Se aplicará a coches de producción en serie de mínimo 300 unidades.
En la temporada de 2024 se podrá competir con cualquier coche eléctrico de propulsión trasera o tracción total, con una altura máxima de 1.460 mm -lo cual excluye a los SUV-, una potencia mínima de 300 kW/408 CV y carrocerías grand tourer o sedán. La homologación ESV aplicará a circuitos de velocidad, track days, contrarrelojes, carreras de montaña y rallies de regularidad.
En la práctica, estas normas permitirán que compitan coches eléctricos muy rápidos, como Tesla Model 3 Performance, BMW i4 M50 Gran Coupé, Polestar 2 BST, Porsche Taycan (todos), Audi e-tron GT 60 quattro, Tesla Model S Plaid o Audi RS e-tron GT. Quedarían fuera exotismos como el Hispano-Suiza Carmen, pues no llega a ser un coche de producción en serie, sino prácticamente artesanal.
La homologación FIA ESV
Las reglas serán muy similares al Grupo N, se admitirán algunas modificaciones en los coches, pero no a nivel de baterías, motores, cajas reductoras o frenos. La homologación ESV permite realizar muy pocos cambios en la estética exterior de los coches. Pueden tener pasos de rueda ensanchados, para emplear neumáticos de mayor sección, así como ciertos conductos para refrigeración adicional en el capó y aletas delanteras.
Será posible instalar componentes aligerados para reemplazar el portón trasero, puertas traseras, alerón o difusor trasero, pero debe mantenerse la forma básica del coche. Por otro lado, se han establecido las normas para la colocación de un asiento con homologación FIA, jaula de seguridad, luces especiales para competición nocturna o refuerzos en el chasis.
La FIA abre la posibilidad de que los fabricantes vendan directamente coches con estas modificaciones como nuevos, como ya se hace con los modelos de categoría GT3, lo que a su vez permite una fuente de ingresos extra para constructores. Por otra parte, en cada competición se podrán establecer categorías por nivel de potencia, para mantener juntos a coches que tengan prestaciones parecidas por su potencia, peso o rendimiento aerodinámico.
Por otra parte, será posible orecer datos en tiempo real a través del sistema de adquisición de datos de la FIA. Marek Nawarecki, Director de la FIA de Deportes de Circuito, declaró: “El reglamento FIA ESV revive el espíritu del Grupo N, en el cual un coche comprado en concesionario, con todo el equipamiento de seguridad necesario, era un coche listo para correr y capaz de apuntarse a distintas disciplinas y formatos”.
Los fabricantes que deseen obtener la homologación ESV tendrán que enviar la información a la FIA y demostrar que se han producido un mínimo de 300 unidades en un plazo de 24 meses posteriores a la homologación del modelo base.