El 1 de septiembre es la fecha fijada para la entrada en vigor del nuevo protocolo de emisiones WLTP. Los fabricantes lo ven demasiado precipitado y piden una moratoria que les permita adaptar sus coches a las nuevas exigencias.
El primer día de septiembre va a marcar un antes y un después en la industria automovilística. El 1 de septiembre es la fecha fijada por la Unión Europea para la entrada en vigor del nuevo protocolo de emisiones, el conocido como WLTP.
El WLTP sustituye al anterior protocolo de emisiones, el NEDC (New European Driving Cycle). Es más estricto que este, ya que el NEDC se desarrolló en la década de los años 80, cuando los coches no disponían de electrónica, filtros antipolución y eran mucho, mucho más sencillos y ligeros.
El cambio más importante del nuevo protocolo de emisiones WLTP es que incluye situaciones de conducción urbanas, carretera, autopista, donde la conducción es real, además de de que el protocolo tiene 30 minutos de duración en lugar de 20, se lleva a cabo con mayores velocidades medias, con más aceleraciones, paradas más cortas y vehículos con su equipamiento completo.
Suben las emisiones… y los precios
El cambio de protocolo tendrá consecuencias también para los conductores que, de acuerdo con las previsiones de los expertos verán incrementados los precios de un buen número de modelos.
Datos publicados por la asociación europea ACERA afirman que si un coche recién homologado con el NEDC emite 100 g/km de CO2, con arreglo al nuevo protocolo de medición de emisiones, pasaría a tener unas emisiones de dióxido de carbono de 120 g/km de CO2.
En España, seguiría estando exento del Impuesto de Matriculación, pero un coche homologado hoy con 130 g/km de CO2, pasaría a emitir 160 g/km, lo que incrementaría su precio en un nada despreciable 4,75%.
Los fabricantes piden más tiempo
Como hemos dicho, el salto del NEDC al WLTP supondrá que, sin hacer ningún cambio en su mecánica, un coche emitirá ahora más dióxido de carbono que antes. Por este motivo, hasta un 70% de los vehículos podría tener que pagar el impuesto de matriculaciones, que se impone en función de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), frente al 20% que tributa en la actualidad.
Para evitar que el pago del gravamen suponga un pérdida de ventas, los fabricantes piden al Gobierno una moratoria para trabajar en las mecánicas y reducir las emisiones contaminantes.
Aunque las nuevas pruebas entran en vigor el 1 de septiembre, el Gobierno español ha permitido que hasta el 31 de diciembre de 2018 convivan ambas homologaciones. A los fabricantes no les parece suficiente y piden una moratoria de un año a partir del 1 de enero de 2019 para adaptarse a la nueva normativa.
Puede que lo consigan. “Desde el Ministerio (de Industria) se trabaja para que haya una transición ordenada que sea compatible con reforzar la competivividad y atraer nuevas inversiones para las fábricas españolas. En las próximas semanas se publicará la decisión definitiva al respecto», han señalado fuentes ministeriales a la agencia de noticias Europa Press.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
DE moratoria nada. a pagar multas. o es que los 30.000 muertos que habra por contaminacion atmosferica en 2019 pueden volver a vivir si les damos una moratoria de1 añ0?. vaya caraduras/