Cada vez hay más compañías que ofrecen la conversión de coches de combustión interna a eléctricos. Lo vemos en el Salón de Las Vegas, SEMA 2019, a través de un Camaro de 1969 y un sencillo kit de Xing Mobility. Pero también lo incorporan marcas, como la propia General Motors, que ha convertido en Chevrolet E-10 una pick-up C-10 gracias al sistema Connect & Cruise.
Lo cierto es que no es la primera vez que hablamos de la conversión de un coche de combustión a eléctrico. Pero no es fácil, al menos hasta ahora, ya que los sistemas son muy diferentes y el precio es demasiado caro. Pero un estudiado desarrollo ha llevado a una empresa de Taiwán, Xing Mobility, a implementar un sistema que, dicen, es “plug and play”.
Lo han presentado en el SEMA 2019 de Las Vegas, en un Camaro. La misma Xing Mobility lo explica así:
“Lo exhibimos dentro de un Chevrolet Camaro 1969 para demostrar lo extremadamente fácil de su instalación y su naturaleza altamente adaptable. El sistema está diseñado para que se implemente en talleres de tuning personalizados, talleres de conversión eléctrica, profesionales ‘hot rodders’. Incluso para constructores de automóviles experimentados, ya que incorpora un tren motriz eléctrico totalmente seguro, de alto rendimiento y totalmente preparado para su instalación”.
Kit de conversión
El kit de conversión viene completo con una batería modular, que se ensambla con bloques. Además, un motor eléctrico de alta potencia, un adaptador de transmisión y los componentes relacionados.
El paquete de baterías tiene celdas sumergidas en un fluido refrigerante no conductor, con propiedades de extinción de incendios. Mantiene la temperatura de la batería estable y permite que la batería sobreviva hasta 3.000 ciclos de carga.
Otro componente clave es el adaptador de transmisión. La compañía asegura que se puede adaptar para que coincida con diferentes cajas de cambios.
Chevrolet E-10
No obstante, SEMA 2019 muestra otras ideas interesantes de conversión a eléctrico. Tal ese el caso del concept Chevrolet E-10, que materializa la visión de la marca de los “hot rod” electrificados.
Incorpora un paquete eléctrico de propulsión “Connect & Cruise” y demuestra que es posible la conversión de los vehículos clásicos. Al respecto, Jim Campbell, vicepresidente de Performance y Motorsports de GM, ha dicho:
“A medida que General Motors continúa trabajando hacia una visión de un mundo cero emisiones, concepts como éste nos ayudan a llegar allí, al tiempo que respaldan a los entusiastas que adoran conducir vehículos antiguos”.
El concept se basa en la pick-up C-10 de 1962, es decir, recoge el estilo ‘vintage‘ e incorpora la electrificación. Lo cierto es que el modelo ha llamado la atención en SEMA 2019, por sus características, las de entonces, que traen al presente el vehículo original y lo dotan de un futuro sostenible.
Además, la combinación de elementos actuales y antiguos resulta muy agradable. Tal es el caso de los faros de led, de las llantas de aleación y del panel de instrumentos original con pantallas digitales.
Propulsión del Chevrolet E-10
La propulsión es el alma del coche bajo el capó. El sistema lleva dos motores “eCrate“, con una potencia de 450 CV, muy al estilo “hot rodders”. Están asociados a una transmisión automática SuperMatic y envían la potencia al eje trasero.
Como los motores eléctricos, el sistema de baterías procede del Bolt EV de producción. Lleva dos baterias de 400 voltios que suman un total de 120 kWh de capacidad. Las baterías están montadas en la caja del pick-up bajo la cubierta de lona dura.
Como dato curioso, el vehículo incorpora un sistema para elegir el sonido del coche. El conductor puede seleccionar uno de cinco sonidos, entre ellos, un motor V8 o un sonido futurista. Los sonidos se ajustan al cambio de marchas, imitando realmente un motor de combustión interna.