Cincuenta años han pasado desde que BMW presentara su primer coche eléctrico. Bautizado como BMW 1602 debutó en los Juegos Olímpicos de 1972, que se celebraron en la ciudad alemana de Munich
BMW tiene, a día de hoy, cinco coches cien por cien eléctrico a la venta (y un sexto en camino…). Si preguntáramos por ahí cuál fue el modelo que puso la primera piedra en el camino hacia la electrificación de la marca alemana apostamos a que la mitad de las respuestas apuntarían al BMW i8 y, la otra mitad, al BMW i3.
Ambas serían incorrectas. El primer BMW eléctrico es mucho más antiguo; es el BMW 1602 y data de 1972.
50 años del primer BMW eléctrico
Cuando se cumple medio siglo de las Olimpiadas de Munich de 1972, la marca bávara rinde homenaje al que fuera su primer modelo de propulsión eléctrica.
Y es que fue durante los actos de apertura de estos Juegos Olímpicos cuando BMW presentó al mundo el 1602, un embrionario modelo eléctrico que bien puede ser considerado “el abuelo del BMW i3”.
“Gracias al BMW 1602 surgió la que hoy conocemos como la gama “i” de BMW”, afirman responsables de la marca alemana. “El BMW 1602 se presentó en un brillante color naranja y fue denominado como Elektro-antrieb, que en español sería “accionamiento eléctrico”“, explican.
Este modelo de cero emisiones estaba construido sobre la base y soporte de los modelos contemporáneos de combustión, teniendo incluso una carrocería y/o apariencia exterior exactamente igual a estos modelos.
No existía ninguna diferencia aparente más que la desaparición del tubo de escape y lo que se escondía bajo el capó delantero: una docena de baterías de plomo-ácido estándar de 12 voltios desarrolladas por Varta que tenían un peso aproximadamente de 350 kilogramos.
Aún siendo el primer BMW propulsado eléctricamente ya contaba con los sistemas tecnológicos iniciales que poco a poco se han ido mejorando y adaptando hasta la actualidad. Es el caso del sistema de frenada regenerativa puesto que el motor funcionaba además como generador y tenía la posibilidad de devolver algo de la energía generada a las baterías que hacían posible el funcionamiento total del vehículo.
Con 60 km de autonomía
En relación al motor eléctrico, contaba con una potencia de 32 kW (43 CV) e iba instalado contiguo al conjunto de baterías. El motor, al igual que en los modelos de combustión, accionaba el árbol de transmisión que generaba el movimiento de las ruedas traseras.
El peso de estos dispositivos era de 350 kg y su capacidad total se fijaba en 12,6 kWh. Con estas baterías, el primitivo eléctrico de BMW prometía una autonomía de entre 30 y 60 km. Y necesitaba ocho segundos para firmar el 0-100.
Dos unidades del BMW 1602 Elektro vieron la luz, lucían en un llamativo color naranja y fueron utilizadas como vehículo de apoyo a la carrera de maratón, cerca de la clausura de esta cita olímpica.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe