Stellantis ha firmado un memorando no vinculante con CATL sobre el suministro local de células y módulos de baterías LFP para la producción de vehículos eléctricos del grupo en Europa. Este es un primer paso ya que ambas compañías han confirmado que están estudiando la posibilidad de formar una joint venture con aportaciones equivalentes
El memorando de entendimiento (MoU) establece una colaboración a largo plazo entre CATL y Stellantis en dos frentes estratégicos: crear una hoja de ruta tecnológica para apoyar los vehículos eléctricos de batería de Stellantis e identifcar oportunidades para seguir reforzando la cadena de valor de las baterías.
“Este memorando con CATL sobre la química de las baterías LFP es otro ingrediente de nuestra estrategia a largo plazo para proteger la libertad de movilidad de la clase media europea”, ha dicho Carlos Tavares, CEO de Stellantis. “CATL es el líder de este sector y, junto con nuestras emblemáticas marcas de vehículos, aportaremos a nuestros clientes una tecnología de baterías innovadora y accesible, y nos ayudará a alcanzar nuestra ambición de cero emisiones netas de carbono para 2038”, añade.
LFP, tres letras que pueden solucionar dos graves problemas de los coches eléctricos
Las baterías LFP tienen una vida útil más larga y una mayor estabilidad térmica, la tecnología de CATL puede permitir a Stellantis ofrecer vehículos eléctricos de alta calidad, duraderos y accesibles en turismos, crossovers y SUV de los segmentos B y C.
Como parte del plan estratégico Dare Forward 2030, Stellantis ha anunciado sus planes de alcanzar un 100 % de ventas de vehículos eléctricos de batería (BEV) en Europa y un 50 % de ventas de turismos para 2030.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe