Febrero no ha sido muy bueno para Tesla, en relación con las alertas recibidas de las autoridades de China y EEUU. Primero fueron las pantallas táctiles de muchos Model S y Model X en los EEUU. Y hace pocos días, las autoridades chinas convocaban a la marca por quejas sobre aceleraciones anormales e incendios de baterías. Tesla se ha comprometido a sustituir las pantallas táctiles y a fortalecer la autoinspección y gestión interna.
Tesla comenzó el año comprando bitcoins por valor de 1,5 mil millones de dólares, lo que disparó el precio de la criptomoneda un 17%. Tesla alegó que había actualizado su política de inversión en enero y que ahora quería invertir en “activos de reserva“, tales como: monedas digitales, lingotes de oro o fondos de oro cotizados en bolsa. Además, añadieron que esperaban aceptar bitcoins como forma de pago en un futuro cercano.
Lo cierto es que parece que todo va como la seda para Tesla, aunque con un cierto descontento por parte de los usuarios. De hecho, en los últimos días han aparecido ciertos problemas en la compañía. Nuevamente, se detectan defectos en algunos de sus vehículos. Eso ha hecho que las autoridades competentes de China y EEUU convocaran a la empresa para que informara de lo sucedido y tomara cartas en el asunto.
Defectos en coches de Tesla EEUU
A comienzos de febrero, las noticias indicaban que Tesla va a retirar del mercado una gran cantidad de Model S y Model X en EEUU. Fue como consecuencia de las pantallas táctiles defectuosas que, según los reguladores estadounidenses, podrían aumentar el riesgo de accidentes.
Según indicaba la BBC, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras estadounidense envió a Tesla una carta solicitando la retirada en enero. Se trata de los Model S fabricados entre 2012 y 2018, así como Model X de entre 2016 y 2018.
El problema radica en el chip de memoria de la unidad de control (MCU). Eso podría afectar a diferentes problemas relacionados con la seguridad, como:
- La pérdida de imágenes de la cámara de visión trasera y controles de calefacción, aire acondicionado y descongelación;
- La posible pérdida de sonidos y alertas asociadas con los indicadores, además de la función de piloto automático de asistencia de conducción.
La compañía indicó que los problemas no eran tan graves. En el caso de los desempañadores de cristales, se podría arreglar “limpiando manualmente el parabrisas“; para el problema del mal funcionamiento de la cámara trasera, el conductor podía “mirar hacia atrás y utilizar los retrovisores“.
Aunque muchos propietarios tuvieron que pagar la sustitución de la MCU, una vez expirada la garantía, ahora Tesla ha dicho que reembolsará ese dinero. Además, ha añadido que la retirada se va a hacer de forma global. La propia compañía va a enviar un correo a los clientes para realizar esa sustitución a medida que cuente con el remplazo.
Los problemas en China
China es el mercado más grande de Tesla después de Estados Unidos; la compañía vendió en el país 120.000 unidades durante 2020.
Parece ser que las autoridades han estado recibiendo quejas sobre aceleraciones anormales e incendios de baterías de sus Tesla.
En consecuencia, los organismos de control del consumidor chinos le han pedido a la compañía que: mejore la gestión interna, cumpla con las leyes y regulaciones chinas y proteja los derechos de los consumidores.
Según la BBC, Tesla Shanghái explicó en un comunicado que: “aceptaba sinceramente la orientación de los departamentos gubernamentales“; asimismo, que había: “reflexionado profundamente sobre las deficiencias“.
Todo ello es de gran importancia para la marca, ya que la competencia cada vez es mayor en China, con respecto a la oferta de vehículo eléctricos.
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