Foxconn, el mayor fabricante de productos electrónicos del mundo, ha señalado este martes que la segunda mitad de 2022 va en mejor dirección, ya que las restricciones por COVID-19 en Shanghai se están suavizando. Los fabricantes de vehículos eléctricos chinos trabajan para volver a su capacidad de producción habitual, preocupados ahora por el descenso de la demanda.
En la reunión anual de accionistas de la compañía, el presidente de Foxconn, Liu Young-way, señaló: “Confiamos bastante en la estabilidad de nuestra cadena de suministro para la segunda mitad de este año”.
Respecto a las medidas de confinamiento por COVID-19, el gobierno de Shanghai permitió que los residentes en áreas de “bajo riesgo” regresaran al trabajo este martes.
Foxconn apunta a convertirse en el primer fabricante de vehículos eléctricos “que no tenga escasez de suministros de materiales”, dijo Liu, refiriéndose a una escasez mundial prolongada de chips que ha obligado a los fabricantes de automóviles a detener la producción y ha afectado la producción de smartphones, incluso para Apple, el cliente más importante de Foxconn.
Liu explicó: “Un automóvil que cuesta decenas de miles de dólares no se puede enviar debido a un pequeño chip que vale cincuenta centavos. Esto ha sido un dolor de cabeza para nuestros clientes”.
Objetivos de Foxconn en movilidad eléctrica
Foxconn ambiciona copar cerca del 5% del mercado mundial de vehículos eléctricos para 2025 y quiere aumentar su capacidad para fabricar chips para coches eléctricos.
La compañía advirtió este mes que los ingresos de su negocio de productos electrónicos, incluidos los smartphones, podrían disminuir este trimestre debido al aumento de la inflación, el enfriamiento de la demanda y la escalada de los problemas de la cadena de suministro, en parte debido a los bloqueos en China.
El estado de salud de las ventas de eléctricos en China
A principios de año, la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China pronosticó que se venderían 5,5 millones de vehículos eléctricos este año, frente a los 3,3 millones del año pasado. Estas previsiones podrían estar pendiendo de un hilo, ya que aunque la demanda se recupere rápidamente, los fabricantes están luchando para operar a plena capacidad dadas las restricciones de COVID-19.
Si observamos los datos de grandes fabricantes como Xpeng y Li Auto, vemos claramente la problemática situación. Las ventas de Xpeng cayeron un 42% en abril desde marzo a poco más de 9.000 unidades. Por su parte, Li Auto solo entregó 4.167 vehículos en abril y, a principios de mayo, comunicó que prevé entre 21.000 y 24.000 ventas en el segundo trimestre, lejos de las cifras de otros analistas que las colocaban en 29.750.
Incluso Tesla ha sufrido esta situación, ya que solo produjo 1.512 vehículos en su planta de Shanghai en abril tras estar cerrada tres semanas. La producción ahora se ha reanudado, con el fabricante haciendo todo lo posible para volver a la capacidad de 2.100 vehículos por día.
Fuente: Reuters, Mining.com
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