Existe una gran preocupación por la planta de Ford de Almussafes (Valencia) y tiene su razón de ser. Tras la reunión que la dirección de Ford mantuvo en Colonia ayer, día 10, con delegados de los comités de empresa de sus plantas de fabricación europeas, el representante español, Carlos Faubel, ha declarado que la compañía busca rentabilidad en Europa y que eso va a conllevar “decisiones duras”, de las que se sabrá más en noviembre.
Así es, el presidente de Ford Europa, Steven Armstrong, ha comunicado que se va a iniciar un proceso de estudio de la situación de cada una de las plantas de montaje y de motores -de las que Almussafes tiene una de cada-, para actuar de forma específica. Como dato, las pérdidas acumuladas por la compañía durante la primera mitad del año superan los 70 millones de dólares.
¿Peligra Almussafes?
En este escenario, la pregunta es si peligra la fábrica de Almussafes. Los datos son preocupantes: la fábrica envía al mercado americano el 50% de las Transit Connect que produce, unas 46.000 unidades anuales, que rondan el 11% de su producción total de vehículos, así como nueve de cada diez motores. Estos datos hacen que la subida de aranceles para la exportación a EEUU planee también sobre Almussafes, por la pérdida de competitividad de los productos, con respecto a los fabricados allí.
También hay voces que afirman que las políticas contra el diésel están perjudicando a la planta valenciana. Jesús Alonso, presidente de Ford España afirmaba hace poco que habían tenido dificultades, “sobre todo por el diésel”, y que había que “ir compensando los problemas“.
Recordemos que Almussafes da empleo directo a más de 7.500 trabajadores. Además, hay un centenar de empresas agrupadas bajo el Clúster de Automoción de la Comunidad Valenciana (AVIA), donde está la propia Ford. En juego está el 11,8% del PIB regional valenciano y una facturación conjunta de las compañías de alrededor de 12.432 millones de euros.
Un poco de optimismo para Almussafes
Decíamos hace unos meses que Ford había confirmado sus planes de duplicar la inversión en movilidad eléctrica hasta los 11.000 millones de dólares, poniendo en el mercado de 16 nuevos coches eléctricos y 24 híbridos enchufables para 2022.
Jesús Alonso se reunió, antes de la cita de Colonia, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, Mónica Oltra, vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, y la plana mayor económica del Consell. Tras la reunión afirmó que Almussafes está en muy buena posición para afrontar los cambios, en lo que se refiere a producto, gracias a ser la única planta de Europa con un modelo híbrido, el Mondeo. Sin embargo, y a pesar de que esté mejor situada para ganarse la producción de más híbridos, la propia compañía no lo ve como una solución, sino como un paliativo.
En este sentido, y a pesar de que la nueva generación del Mondeo híbrido se vaya a fabricar en Almussafes, nuestra pregunta es si el planteamiento de nuevas tecnologías es una posible solución para la planta valenciana.
Podría ser
Varios motivos nos llevan a pensar que podría ser. Los principales, la alta competitividad de la planta en la actualidad, que ha indicado el propio Ximo Puig en Bruselas, así como las declaraciones de la consellera, Mónica Oltra, hace unos días.
Entonces, la consellera argumentó que la colaboración entre el Ejecutivo regional y la factoría, haciendo referencia a las líneas de apoyo a la innovación, la movilidad sostenible o la investigación con vehículos eléctricos, puede ayudar a mantener la producción y los empleos. También añadió que los proyectos de electrificación de vehículos no sólo pueden ser una vía de futuro para la planta de Almussafes, sino para el desarrollo y crecimiento del sector dentro del ámbito de la sostenibilidad.
Al respecto, recordamos la noticia de: “La colaboración entre Ford Smart Mobility, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, ha sido concebida para comprobar cómo las flotas de Transit Custom PHEV podrían contribuir a objetivos como hacer posible un aire más limpio y a una mejora de la eficiencia”.
So no van a fabricar BEVs pues que se hundan. Igual Tesla les compraba la fábrica. Dejemos de fabricar armas y coches que contaminan. Fabricar baterias, su reutilización y reciclaje.
Quizás no se trate de subvencionar los BEVs sino penalizar con impuestazo toda nueva compra de ICE.