Lo ha dicho Pere Navarro: desde Tráfico no descartan modificar el margen de error que aplican los radares cuando registran los excesos de velocidad. Lo que no ha dejado tan claro es el por qué, aunque todo apunta a que quieren evitar tantas denuncias
“Si hay que dar más margen, se da más margen, y no pasa nada”. Estas declaraciones de Pere Navarro son las que han suscitado la sospecha de que la DGT se está planteando ampliar el margen de los radares. El por qué, lo ha dejado entrever con esta otra frase: “lo que queremos es evitar discusiones evitables”.
A buen entendedor, estas palabras se traducen en que la Dirección General de Tráfico quiere evitar que el margen de error que aplican los radares cuando registran un exceso de velocidad sea el argumento utilizado en la mayor parte de los recursos de multas. Un argumento que, además, suele ser bien aceptado por los jueces y que ha dado lugar a numerosas sentencias en contra de la DGT.
El margen de error de los radares
Por Ley, todos los radares que se encargan de medir la velocidad a la que circulan los vehículos deben aplicar un margen de error. Este se explica cómo el coeficiente que se aplica a la velocidad registrada por el radar para garantizar que la medición realizada es real.
Ahora bien, ¿por qué se debe aplicar este margen de error?
La explicación es puara física. Los radares son máquinas ultraprecisas que antes de empezar a funcionar son calibradas a conciencia, pero trabajan en el exterior y su funcionamiento de puede ver alterado por elementos externos, especialmente por las inclemencias meteorológicas.
Está comprobado que un mismo radar obtiene mediciones distintas un día de niebla o lluvia que un día soleado; también en función de la altitud a la que haya sido colocado. El margen de error está pensado para subsanar todos esos errores de cálculo.
A cada tipo de radar se le aplica un margen de error
La DGT tiene estipulados los márgenes de error que se debe a aplicar a cada tipo de radar. Esto hace que circulando a la misma velocidad, la multa no será la misma si el aparato que ha registrado la cifra es un radar móvil o un fijo.
En resumen:
- los radares fijos aplican un margen de error del 5%
- los radares móviles aplican un margen de error del 7%
- los radares de tramo y los Pegasus (instalados en los helicópteros de la DGT) aplican un margen de error del 10%
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe