Según investigaciones llevadas a cabo por Jaguar Land Rover, a través de un proceso de reciclaje innovador de residuos de aluminio procedentes de tapones de botellas, latas de bebidas y vehículos retirados de circulación, es posible hacer uso de este material para la producción de vehículos de alta calidad. Esta práctica conseguiría reducir las emisiones en el proceso de fabricación en un 26%.
El proyecto de reciclaje de aluminio, que recibe el nombre de REALITY, supone una importante iniciativa dentro de la estrategia Destination Zero de Jaguar Land Rover. No en vano, los ingenieros de la firma hicieron uso de piezas de aluminio reciclado, combinándolas con aluminio primario creando así un nuevo prototipo de aleación cuya calidad es muy similar a la del material que Jaguar Land Rover utiliza actualmente.
En 2014, el Jaguar XE se convirtió en el primer vehículo del mundo en utilizar una aleación de aluminio RC5754 en los paneles de su carrocería, que contiene hasta un 75 % de aluminio reciclado.
¿Por qué el aluminio?
Precisamente este material es uno de los más reciclados del mundo y es posible fundirlo para darle nuevas formas sin perder calidad en el proceso. El aluminio reciclado posconsumo se puede encontrar en multitud de artículos de uso diario como latas de bebidas, aerosoles, bandejas de aluminio para los alimentos y tapones de botellas, pero no es frecuente verlo en coches de alta gama.
Al recuperar el aluminio de grado automovilístico y alta calidad empleado en la fabricación de vehículos, Jaguar Land Rover puede reutilizar las propiedades en la mezcla, lo que reduce la necesidad de usar aluminio virgen en la fabricación del vehículo. Por lo general, la chatarra de los vehículos al final de su vida útil se exporta al extranjero para su reutilización en sectores de baja gama, aunque las nuevas y avanzadas tecnologías de separación permiten el superreciclaje para su uso en el proceso automovilístico.
Gaëlle Guillaume, Lead Project Manager del proyecto REALITY de Jaguar Land Rover, explica:
“Gracias a este proyecto hemos recuperado por primera vez el aluminio de grado automovilístico de alta calidad de la chatarra de los vehículos y hemos reutilizado sus exclusivas propiedades. El potencial de esta operación en el proceso de producción permite reducir el impacto de CO2 y reutilizar una mayor cantidad de aluminio”.