La idea es que los coches autónomos dialoguen a través de luces de colores colocadas por encima del parabrisas. Así podrán indicar sus próximas maniobras.
Hay ocasiones en las que los conductores se comunican sin palabras. Basta un pequeño gesto con la mano o la cabeza para saber que han entendido la intención de uno de girar o el ofrecimiento de otro para ceder el paso.
Pero, ¿qué pasa cuándo no hay un conductor que lance el mensaje ni otro que lo reciba?
En Ford son conscientes de que los gestos con las manos y la cabeza, así como señales tales como el pulgar hacia arriba, ayudan a asegurar que los conductores, los peatones y los ciclistas sepan lo que hacen los demás. Así que han buscado una alternativa para que los coches autónomos también puedan comunicarse.
Con luces de colores
El sistema que ha ideado Ford como medio comunicación entre coches autónomos utiliza luces para indicar lo que el vehículo está haciendo y lo que va a hacer. Es parte de la investigación de la compañía para desarrollar una interfaz de comunicación que ayude a los vehículos autónomos a integrarse sin problemas con otros usuarios de la carretera.
En el vídeo puedes ver cómo funciona:
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Para garantizar que las pruebas fueran lo más realistas y naturales posibles, la marca del óvalo ha creado el Human Car Seat y lo ha instalado dentro de una Ford Transit Connect.
Diseñado para que pareciera un vehículo autónomo (con el conductor oculto en el asiento) los observadores podían calibrar más eficazmente las respuestas a una barra de luces montada en el techo que lanzaba destellos en blanco, púrpura y turquesa para indicar cuando el vehículo estaba circulando, a punto de ponerse en marcha o de ceder el paso.
Las primeras pruebas animan a seguir adelante
Las pruebas mostraron que el 60% de las 173 personas pensaban que se trataba de un vehículo autónomo. También que el color turquesa (más visible que el blanco y menos confundible con el rojo que el púrpura) resultó ser el color preferido.
También hubo un alto nivel de aceptación y confianza en las señales, proporcionando una base a partir de la cual los investigadores pueden desarrollar y perfeccionar el lenguaje visual.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe
Hasta que pueda haber un estandar que acuerden todos, me parece una solución válida, sin tener que integrar sistemas de comunicación internos